Fórmula 1
Gracias Bernie
En 1984, el por entonces alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, junto con Vidal Castro, presidente de la Federación andaluza de Automovilismo y su amigo Carlos Aranda, en calidad de interprete, acudieron a los despachos de Milton Keynes, para hablar con Bernie Ecclestone. El mandamás se había hecho con el control de la Formula 1 unos años antes, y el motivo de la reunión, era recuperar el Gran Premio de España para el circuito jerezano.
Empezaron las negociaciones, y cada 5 o 10 minutos, Bernie Ecclestone dejaba solos a los asistentes, con la excusa de consultar algún detalle del contrato que estaban elaborando. Cada vez que el británico volvía, lo hacía con una retahíla de epígrafes y nuevas demandas. El canon a pagar por los interesados iba curiosamente variando. Al final, ambas partes se pusieron de acuerdo y estamparon sus rúbricas en el documento correspondiente. Un “espléndido” Bernie, los invitó a comer unos sándwiches y unos refrescos en un bar cercano. El Gran Premio de España volvía a nuestro país, tras su última cita en 1981 en el circuito del Jarama.
Tiempo después conocieron, que cada vez que Bernie se ausentaba de la sala, era para proseguir una reunión paralela con Pascual Maragall, el alcalde de Barcelona de la época. Los andaluces se llevaron la carrera, cuando el mandatario catalán, desistió ante las altas demandas de Ecclestone, que vendió el Gran Premio al mejor postor.
Esta anécdota, sacada del capitulo Aires del Sur, del fabuloso libro Los Locos del Volante Vol.1 de José Manuel Zapico alias “Virutas de Goma”, es un ejemplo que retrata perfectamente, la espectacular visión e innata habilidad para los negocios de Bernard Charles Ecclestone,(1930 Suffolk, Reino Unido) o Mr E, como lo apodan sus secretarias.
Hijo de un pescador, su pasión por las carreras hizo que en su juventud comprase y se pusiera a los mandos de un Cooper Mk V de Formula 3, durante unas cuantas carreras hasta su accidente en 1951, donde sobrevoló con el bólido hasta el aparcamiento exterior del circuito de Brands Hatch.
La Fórmula 1 que conocemos hoy, no existiría sin la figura de este hombre menudo, casado tres veces y padre de cuatro hijas.
A Ecclestone le gusta definirse como un “vendedor de coches de segunda mano” y eso es lo que era antes de adentrarse en la categoría reina, fruto de su afición por el motor y su amistad con el piloto británico Stuart Lewis-Evans, de quien sería manager hasta su fallecimiento. Tras este suceso, se apartaría durante un tiempo hasta volver como manager del austriaco Jochen Rindt(también fallecido). Posteriormente, compra el equipo Brabham, cuando el bicampeón Jack Brabham se retira. Su particular astucia, le permite conocer las entrañas de una Fórmula 1 anquilosada y monótona, tanto, que consigue alzarse como defensor de las escuderías participantes del Mundial, sobretodo de las británicas, con menos peso en aquella época.
Hace cuatro décadas, coge las riendas del Gran Circo con mano de hierro. Crea la FOCA (FORMULA ONE CONSTRUCCTORS ASOCIATION) y en una confrontación con la FIA, a cambio de firmar el Pacto de la Concordia en 1981, obtiene los derechos de difusión, retransmisión, sponsorización, inscripción… en definitiva: TODO.
Él gana. MUCHO. Pero también hace que los equipos ganen. Convierte la categoría reina en un negocio global, su profética visión hace que perciba que el nuevo eje económico mundial se va a situar en Asia, y llegan nuevos países al campeonato: Malasia, Singapur, China…
La Fórmula 1 se ve tanto o más que el balompié. Los grandes premios obtienen una repercusión similar a la de Los Juegos Olímpicos o del Mundial de Futbol, con la salvedad de que estos dos últimos se celebran cada 4 años.
Dijo de él Sir Frank Williams “que es capaz de sacar dólares a un par de piedras”.
Hablamos de un tipo que ha creado un negocio que factura 1.900 millones al año y cosechando un beneficio del 50%.
No exento de polémicas, su destreza y potencial económico le hizo salir indemne de las acusaciones de financiación ilegal al Partido Laborista de Tony Blair o evitar la cárcel en Alemania pagando 100 millones de dólares en el caso Gribkowsky.
Autor habitual de nefastas declaraciones, impropias de un estratega tan inteligente, llegó a manifestar del sexo opuesto: “Las mujeres deberían vestir de blanco, para ir a juego con los electrodomésticos”. En 2009 se atrevió a exaltar a dictadores genocidas diciendo que “Hitler y Saddam Husein sabían hacer las cosas”, lo cual le granjeó no pocas y merecidas críticas. En esta última incluso tuvo que pedir perdón a la comunidad judía que exigió su dimisión. No obstante, aunque compareció para excusarse públicamente, un brevísimo tiempo después opinó de ellos que eran los verdaderos culpables de la Crisis Económica actual… En fin: Bernie.
Pese a la que se le han atribuido en multitud de ocasiones los males de la categoría reina, su gestión ha sido excelente, dictatorial, pero muy positiva.
No obstante, hay que reconocer que actualmente la Fórmula 1 se encuentra en declive. Quizás Ecclestone ha perdido sintonía con la FIA, consintiendo un reglamento técnico que impide igualdad entre los equipos. También hay que mencionar, que este octogenario no ha sabido integrar el negocio en la moderna era digital y nuevas formas de comunicación.
El 17 de enero, CVC Capital Partners, empresa a la que Bernie vendió la Fórmula 1 para hábilmente seguir dirigiéndola, traspasó los poderes a los nuevos propietarios Liberti Media. A partir de aquí, un triunvirato formado por el nuevo Director Ejecutivo, Chase Carey, vicepresidente de 21 ST Century Fox, Ross Brawn, con 19 campeonatos a las espaldas, en calidad de Director Deportivo, y Sean Bratches como Director General de Operaciones Comerciales, intentarán llevar el Gran Circo de nuevo a la posición que le corresponde.
«Fui despedido hoy. Simplemente me he ido, es oficial, ya no soy el líder de la compañía, mi puesto lo ha tomado Chase Carey. Mi nuevo puesto es uno de esos términos americanos, es algo así como un presidente honorario. Tengo este título ahora, aunque no sé lo que significa», hizo público en sus declaraciones a la revista alemana Auto Motor und Sport.
El relevo de Ecclestone ha sido forzoso y lógico. Aunque parece ser que no se lo ha tomado tan mal como se creía al principio. “Estoy buscando trabajo, si sabes de algo avísame” comunicó por teléfono a su amigo, el expiloto y presentador uruguayo Nando Parralo.
“Tal vez vaya a algún Gran Premio, aún tengo dinero suficiente como para ir a una carrera” manifestó hace unos días Bernie, para que no nos preocupásemos mucho por la jubilación de este mozuelo de 86 años, al que se le estima un patrimonio de 1.725 millones de euros. Para gambas no le va a faltar…
Este 26 de marzo, cuando los nuevos monoplazas rueden sobre el asfalto de Melborne dando comienzo a la temporada de 2017, se echará mucho de menos a ese hombre bajito, de pelo y camisa blanca.
¿Cuál es el futuro de Bernie? Según él, “lo único que le queda: es morir y pagar sus impuestos -en ese orden-
En mi opinión, a los aficionados que amamos este deporte, solo nos queda decirle: GRACIAS.