Fórmula 1
Análisis Haas 2017: Fuerza sólida de mitad de parrilla… sin progreso
En Haas arrancaron el año con la motivación suficiente y necesaria como para aspirar a ser uno de los equipos que podrían encabezar al grupo de media parrilla. Y es que pese a su juventud, la formación americana fue respaldada técnicamente en gran parte por Ferrari… (en elementos desde los proporcionados motor, electrónica, transmisión, suspensiones y frenos, hasta el depósito de combustible) hasta cierto punto.
Tanto así, que luego de ser tachada como ‘equipo B’ de los de Maranello y no abrir así las puertas para los jóvenes pilotos de la Academia roja-Leclerc o Giovinazzi-, ese apoyo cada vez se hacía notar menos, desde fuera como de puertas hacia dentro y del que en mayor parte se benefició la ahora renombrada como Alfa Romeo Sauber.
Esa mano cómplice le pasó factura a los de Carolina del Norte y su progreso dado en su primer año 2016 se vio reducido hasta el punto de verse acompañando a Sauber por los últimos lugares. El acierto (a nivel de competitividad y puntos) dentro de sus filas fue el de hacerse con Kevin Magnussen para formar dupla con Romain Grosjean, en lo que el danés sí ha podido meter a su Haas en cinco ocasiones en la zona de puntos, pero que le hicieron mantener un discreto decimocuarto lugar en el Mundial de pilotos para terminar un puesto por detrás del francés.
Haas se mantuvo como una fuerza sólida de la media parrilla, pero acusó el progreso de sus rivales -tanto Renault como McLaren- y perdió su paso a medida que el campeonato avanzaba, sin poder dar caza a unos muy lejanos Toro Rosso (sobre todo hasta mediados de año), Williams o Force India. El Haas VF-17 nació como un monoplaza de ventaja sobre su predecesor, pero su ratio de desarrollo se vio empequeñecido ante el progreso de sus competidores. A ello se hizo saber que Romain Grosjean se ganó la medida como el líder del proyecto, siendo más consistente y, a su vez, sumando más puntos ante un Kevin Magnussen que a menudo se vio envuelto en polémicas por su duro y a veces difícil pilotaje.
En cuanto a sus evoluciones, Ferrari le dio la última del motor en Bélgica-desde España- que ellos mismos habían montado un mes antes en Silverstone, y en Singapur introdujeron las ultimas mejoras aerodinámicas con la intención de centrarse en el monoplaza de la temporada siguiente.
Los de Kinnepolis terminan una temporada en cuesta arriba para mostrar una mejor cara el próximo año con las mismas metas… pero quizás con equipos como Alfa Romeo Sauber empujando por un lugar más en forma y por contra, con Ferrari cada vez más lejos.