Fórmula 1
Análisis Sauber 2017: El más débil en busca de continuidad
Las caras nuevas, los nuevos apoyos para reforzar y los muchos empujes necesarios que se han visto en Sauber les han hecho mirar con una mejor cara lo que viene para el próximo año. Y es que en una temporada lejos de cualquier pelea y a mucha diferencia del resto, las grandes dificultades han visto peligrar el equipo en varias situaciones, incluso desde antes de empezar la temporada.
Porque los de Hinwill cumplían 25 años en parrilla pero no era precisamente una en la que poder contarles. Con una unidad de potencia por parte de Ferrari desactualizada y una estructura a mucho camino del esperado-sobre todo en lo que respectaba al chasis-, los de Hinwill sufrían para no ser los últimos en cualquier campo, ya que la desaparición del por entonces equipo Manor hacía que éstos se quedaran para cerrar filas.
Por ello, sólo les quedaba agarrarse a hacer el mejor trabajo posible para engancharse a algún grupo sin perder en el intento. Y a veces funcionaba. El que fuera liderado por Monisha Kalterborn empezaba el año alterando su plantilla, ya que su nuevo fichaje para este año como era Pascal Wehrlein (proveniente de la misma Manor), sufría un accidente meses antes en una exhibición. Lo que debería haber sido algo rápido y pasajero se convirtió en continuas especulaciones para que, por ende, decidieran que Antonio Giovinazzi comenzara en el asiento del alemán.
Con una gran primera actuación, el joven talento de Ferrari se ganó el correr de nuevo en la segunda cita para la carrera china, pero tras un accidentado fin de semana y una -ya- recuperación de Wehrlein le hizo seguir formando como piloto reserva tanto de Haas como de la propia Sauber.
En ese alarde discreto y sin hacer ruido, con muchos problemas de adaptación y del mismo rendimiento, lograron sumar puntos en dos ocasiones de la mano de Pascal (un octavo lugar en Barcelona y un décimo en Azerbaiyán), sumando así los cinco puntos en total del equipo este 2017.
A medida que la temporada avanzaba se producían idas y venidas, así como la continua salida y llegada de personal al equipo, remarcando el adiós de Monisha Kaltenborn como jefa del equipo y la llegada desde Renault de Frédéric Vasseur; esto hizo que se comandara un progreso muy positivo, uniéndose a la propia ampliación de personal del equipo para el lado técnico del monoplaza.
La primera unión con Honda como suministrador (de la todavía mano de Monisha) hizo que a los nuevos propietarios y al mismo apoyo que se unió para reforzar la entidad echara atrás-sin llegar a trabajar siquiera entre los nipones y suizos- esta alianza, algo que a Vasseur nunca le convenció y del que el mismo francés llegó a un nuevo acuerdo con Ferrari para un mejor proyecto de futuro.
Pese a estar Wehrlein normalmente por delante de Ericsson a lo largo de toda la temporada, el sueco ha sido capaz de plantarle cara a su compañero sin conseguir así ningún punto. A pesar de esto, la temporada de Marcus se vio pobre de resultados, en lo que en clasifiación respecta, Wehrlein ha estado por delante de Ericsson 11 veces de las 18 sesiones del sábado.
Una temporada que muestra lo complicada que ha sido la andadura de los de Hinwill en este 2017 y del que, pese a que desde atrás se venga haciendo las cosas bien, por delante deben cambiar mucho para un ascenso.
Este mes de diciembre, el equipo anunció un acuerdo con Alfa Romeo, en lo que a partir de 2018 el fabricante italiano se convertiría en el patrocinador principal de la entidad y en su socio técnico. La escudería fue rebautizada como Alfa Romeo Sauber F1 Team y lo hará junto al mismo Ericsson (quitándole el sitio a Wehrlein) pero teniendo al lado a uno de los mayores talentos de futuro como Charles Leclerc, campeón este año de la F2.
Un futuro por el que centrarse y que les equipará con un motor Ferrari de la misma especificación que los demás, pudiendo estar más cerca del resto de la parrilla con facilidad y dándoles la oportunidad de lograr mejores resultados. Continuidad y al alza y un sitio por el que volver a pelear.