Fórmula 1
Brawn plantea nuevas medidas para 2020 que faciliten la entrada de nuevas marcas
Liberty Media continua trabajando junto a la FIA para dar forma al nuevo reglamento que se implementará a partir del 2020. Buscan introducir cambios que hagan la competición más espectacular, más atractiva y sobre todo, más llamativa para las nuevas marcas que quieran sumarse a la competición.
Ross Brawn, el director deportivo de la categoría, ha afirmado recientemente, en una entrevista concedida al portal web Motorsport.com, que el nuevo reglamento ha de «pensar en las marcas que se unan a la F1 después del inicio de la aplicación de dicha normativa», haciendo referencia a los problemas que está teniendo Honda para lograr un motor competitivo.
«Sobre todo, hay que tener en cuenta que puedan necesitar apoyo extra en sus primeros años. Si por ejemplo se recuperase el sistema de tokens, habría que dar más tokens a los nuevos equipos en los primeros años. Hay iniciativas que animarían a las marcas a entrar en la F1», ha propuesto Brawn como una posible solución al problema de adaptación.
Uno de los mayores ejemplos en los que se apoya Ross Brawn es el caso de Honda. La marca japonesa lleva desde el 2015 tratando de luchar para conseguir meterse en la lucha por el campeonato. Tras más de 3 años en la Formula 1, los problemas continúan y no parecen tener fin a corto plazo. El problema es que Honda no está sola. Es la marca motorista de Mclaren, con la presión añadida que conlleva la debacle en una escudería inglesa con renombre en la categoría.
«Sí, las actuales unidades de potencia son unas piezas de ingenieria magníficas, pero desafortunadamente han demostrado que las nuevas marcas sufren para superar el desafío que conllevan. No queremos que sea extremadamente fácil, pero queremos que las marcas entren en la F1, hagan un trabajo más que respetable y que en tres años puedan ser competitivas», ha apuntado Brawn.
Ross Brawn ha abierto también la posibilidad de que los equipos ayuden con unos conocimientos mínimos a los nuevos fabricantes, como posible solución a estas barreras de entrada en la categoría. No se trataría de «ir y decirles cómo deben diseñar su motor» sino de «ayudar a cumplir sus ambiciones».
Por otro lado, el inglés ha destacado el gran valor que la ingeniería tiene en la Formula 1 de hoy en día, en donde el factor diferencial ha dejado de ser el chasis para pasar a ser el motor. Brawn menciona la época de mediados de los 60, donde los chasis eran los que daban gran parte del rendimiento al monoplaza, y los motores eran iguales o parecidos en su gran mayoría. «Los tiempos de la F1 de antaño, con el dominio de los Cosworth V8, eran tiempos en los que el motor era un añadido al chasis y la caja de cambios, pues todo el mundo tenía el mismo motor», afirmó.
Sin embargo, Brawn cree que es bueno que existan ideas diferentes entre los equipos, lo que no es bueno es que esa diferenciación sea muy grande, porque crea diferencias insalvables y pasa a ser «el factor único y clave».
«Para encontrar el equilibrio se debe ver el punto de partida, porque el enmendar el reglamento a posteriori es complicado, además de que divide y frustra a los afectados. La situación en la que estamos a día de hoy es un catalizador para asegurarnos que las nuevas normativas controlan el potencial de rendimientos dispares y que dicha normativa es asequible para más gente», ha concluido Ross Brawn.