Charles Leclerc abandona su antigua conducción para centrarse en la F1

Charles Leclerc no ha tenido un buen comienzo de temporada, su condición de rookie, unido al hecho de la gran diferencia entre la Fórmula 2 y la categoría reina del automovilismo, han provocado que el monegasco tuviera una entrada en la Fórmula 1 algo accidentada y con diversos errores que no le permitían dar lo mejor de él. Sin embargo el Gran Premio de Azerbaiyán, supuso su cambio radical.

Durante el fin de semana en Bakú, Leclerc nos brindó su mejor espectáculo, una conducción que no habíamos visto en ninguna de las carreras anteriores. El piloto de Sauber decidió cambiar el set-up de su monoplaza para la competencia en Bakú, alejándose de su habitual manera de conducir para poder enfocarse en su nueva realidad, que ahora es ser un piloto de Fórmula 1.

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Leclerc consiguió colarse en la Q2 del sábado y remontar posiciones desde la P13 hasta la sexta posición acumulando sus primeros puntos en esta categoría, admitiendo que ha realizado los ajustes de su Sauber C37, siguiendo los pasos de su compañero, Marcus Ericsson.

“Mi coche era muy impredecible. Nos centramos en obtener mayor balance de subviraje y eso marcó la diferencia para mí”, comentaba el monegasco, el primer piloto nacional en obtener puntos en esta categoría desde Louis Chiron, quien terminó en tercera posición en el Gran Premio de Mónaco en 1950.

Para Leclerc, el buen resultado obtenido durante el fin de semana en Bakú, significa un gran impulso y motivación en su propia confianza, un punto de inflexión que parece haber desatado al verdadero monegasco, aquel que ha sido campeón en la Fórmula 2 y del que se esperan grandes cosas en esta categoría, un piloto sobre el cual recaen las esperanzas de muchos aficionados en esta temporada de Fórmula 1 2018. Veremos si Charles Leclerc es capaz de lograr aquello que se propone.