Chase Carey quiere facilitar la entrada de nuevos equipos a la F1

Tras las polémicas surgidas con la nueva reglamentación de motores y los rumores de la marcha de Ferrari hacia competiciones con mayor futuro, Chase Carey ha salido ante la prensa para asegurar que estos cambios son necesarios para facilitar la entrada de nuevos equipos en la competición y hacerla más competitiva.

«Creo que lo más importante que podemos hacer es crear un mejor modelo de negocio para poder tener un equipo de F1. Hablando con empresas interesadas en entrar en la competición la conversación siempre terminaba argumentando que costaba demasiado o, que si eras disciplinado en tus gastos, estabas compitiendo en los últimos lugares de la parrilla, y si esas son tus dos opciones, no es atractivo», reconoce el máximo dirigente de la categoría reina.

«Por eso estamos apostando fuerte por rebajar costes, aunque todavía seguirá habiendo diferencias entre los coche, cada monoplaza es único, pero así la competición será más equilibrada y los gastos más predecibles. Si conseguimos crear este modelo de negocio creo que será beneficioso para los actuales equipos, pero también nos permitirá hacer la competición mucho más atractiva para las posibles nuevas escuderías».

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Sobre las declaraciones de Ross Brawn, gerente deportivo de la Fórmula 1, en las que admitió que Liberty deberá hacer algunas concesiones para los actuales fabricantes, Carey aseguró que es necesario que todo el mundo comparta la misma visión de hacia donde llevar la competición. «En el pasado cada uno intentaba hacer la guerra por su cuenta, y este podía mentir, engañar o robar al otro, lo que hacía que no se fuese en conjunto hacia una misma dirección».

«Nosotros queremos que haya competición en la pista, pero que se comparta una visión conjunta de lo que pensamos y hacia donde queremos llevar la competición. Obviamente habrá diferencias, pero debemos buscar un punto de compromiso para todos. Hoy tenemos equipos que se gastan medio millón de dolares por año para tener dos coches en pista. Eso no repercute en ningún valor para el aficionado, es solo para competir con los otros».

«Estamos apostando por iniciativas en costes, motores, aerodinámica y otras partes del negocio, y vamos a tener una oportunidad única para mejorar la competición y hacerla más económica. Queremos que el negocio sea rentable para los equipos y nosotros también queremos compartir esa rentabilidad. Será más sano para los equipos y hará la competición más atractiva para nuevas escuderías».

El estadounidense citó el año 2020, un año antes de la entrada en vigor de las nuevas normas, como una línea roja para tener un deporte que en pista sea todo lo que puede llegar a ser. Además, Carey se acordó del último propietario de la competición, Bernie Ecclestone, asegurando que los ejecutivos financieros que se quedaron tras su marcha les ayudaron a evitar las trampas que dejó en el negocio.