Rally
Cuando David vencía a Goliat, historia del éxito de los Kit Car
Hubo una época en el mundial de Rallies, en la que el coche más avanzado, no era el que siempre tenía éxito en los tramos. Hoy os contamos el por qué del éxito de los Kit Car
Los años 90 podría considerarse la segunda época dorada en el campeonato del mundo de rallies. Los Grupo B habían sido prohibidos a finales de lo 80, debido entre otros al mortal accidente sufrido por Herni Toivonen y su copiloto Sergio Cresto en aquel fatídico Tour De Córcega. Un época que daba paso a los Grupo A, modelos de 2 litros turbo de potencias más contenidas a los difuntos GrB. Si bien, llegaban a superar los 300Cv y con la implementación de todos los equipos de la tracción total, se estandarizaban casi todos los competidores y comenzaba una era donde la igualdad entre los coches era evidente.
En 1997, la categoría de GrA dejaba paso a la categoría de los WRC, la que continúa hasta nuestros días, modificaciones de normativa aparte.Con un mundial de Rallies con una categoría WRC, en la que muchas marcas se involucraron de manera oficial, Toyota, Mitsubishi, Subaru, el WRC comenzó a ser un aliciente para estas marcas debido a que, el WRC debía ser rápido en casi cualquier superficie, por lo que como marketing era especialmente rentable.
Pues bien, en 1993, nacía una nueva categoría. La F2 en la que los motores tendrían que ser atmosféricos de hasta dos litros, y en la que se dispondría gran libertad para ser modificados con respecto a motores de serie, tanto en el diámetro como en la carrera o en muchos otros aspectos de la mecánica. En los inicios se compitió con vehículos de aspecto muy similar a los modelos de serie en los que se basaban, pero tras unos años, nacerían los Kit Car. Un categoría que era el escalón inferior a los WRC. Modelos con tracción delantera, motores atmosféricos con un régimen de vueltas mucho mayor que los WRC, y sobre todo, un peso menor al de los WRC. Y este fue su mayor «problema». ¿Y por qué la definición de Kit Car? Cuenta la leyenda, que como se basaban en modelos de serie, lo que se le realizaba al modelo de serie para transformarlo era, montarle un Kit de frenos de competición, un Kit de suspensiones, un Kit de admisión, etc… pues se dice que de ahí vienen el nombre.
Pongámonos en situación, el desarrollo de un GrA o un WRC, y su fabricación era muy costoso. Digamos que en 1998 un WRC llegaba a costar entorno a un millón de dolares.
Sin embargo un Kit Car podría llegar costar un cuarto de lo que costaba un WRC, lo cual era un mercado más interesante para marcas que quisieran despuntar en el mundial de rallies sin realizar un desembolso tan importante.
Pues bien, a priori, si las cosas estaban bien hechas, en los rallies, el triunfador casi siempre iba a ser un moderno y desarrollado WRC, y a partir de la quinta posición aproximadamente, podríamos empezar a encontrar con algún Kit Car. Cual fue la sorpresa que los Kit Car, en condiciones de asfalto seco, le estaban plantando cara a los WRC como ocurrió en 1999 en el Rally de Cataluña y Córcega, donde un Xsara Kit Car se proclamaba campeón del Rally. Esto fue todo una sorpresa, coches con tracción solo en un eje, sin turbo, como era posible.
Básico, pese a que los Kit Car tenían casi 40Cvs menos que los WRC, en sus primeras versiones homologaban un peso casi 300 kilos inferior. En que se resume eso, menos inercia en curvas, mejor respuesta a la frenada y mejor aceleración. Esto claro, resultó todo un problema ya que en rallies de asfalto en condiciones favorables, los Kit Car a las manos de ases del volante como, Chus Puras, Panizzi o Bugalski, dejaban en evidencia a los modernos WRC.
Debido a esto, los Kit Car pasaron de 960Kg a 1000kg.
Para encontrarnos con la primera aparición de un Kit Car, tenemos que irnos a Rally de Montecarlo de 1995, donde Jean Ragnotti y Bugalski disputaron el rally con el Clio Maxi.
Pero fue en 1996, donde ya pudimos ver las armas restantes de marcas que empezaban a involucrarse. Peugeot con su 306 Kit Car, Renault con el Maxi Megane y Seat con el Ibiza Kit Car.
Pues bien, ahora nos centraremos en los aspectos técnicos de ambos ejemplos. Tomaremos como ejemplo el Xsara Kit Car y el Xsara WRC.
Por un lado analizaremos los datos técnicos del Xsara WRC de 2001
Motor: PSA XU7JP4 de 4 cilindros turbo alimentado en posición transversal con 1.998 Cm3
Diámetro x carrera (mm): 85.5 x 87.0
Índice de compresión: 9.0 : 1
Dato importante, Potencia: 315 Cvs a 5.500 Rpm Par (569 Nm) / 2750 rpm
Caja de cambios: de 6 relaciones, y tracción total
Frenos: Discos ventilados adelante / atrás, diámetro delantero de 380 mm con pinzas de 6 pistones, diámetro trasero de 304 mm con pinzas de 4 pistones
Longitud: 4.167 m ancho: 1.770 m altura: 1.390 m
Distancia entre ejes: 2.550 m vía delantera: 1.568 m vía trasera: 1.568 m
Dato Importante: Peso 1230 kg
Coste: Sobre los 900.000 euros.
Si os pica la curiosidad, con el número de homologación en la página de la FIA, podéis acceder a la ficha de homologación del modelo. El número del Xsara WRC es A5626
Ahora analizaremos los datos del Xsara Kit car de 1998
Motor: PSA XU10J4RS de 4 cilindros atmosférico en posición transversal con 1.998 Cm3
Dato importante, Potencia: 280 Cvs a 8750 Rpm 240 Nm a 6750 rpm
Caja de cambios: de 6 relaciones, y tracción delantera.
Frenos: Discos delanteros de asfalto 370 mm / Discos traseros de asfalto 280 mm.
Dimensiones: Longitud 4167 mm Ancho 1855 mm Distancia entre ejes 2555 mm
Dato importante: Peso 960 kg
Coste: Sobre los 200.000 euros.
Si os pica la curiosidad, con el número de homologación en la página de la FIA, podéis acceder a la ficha de homologación del modelo. El número del Xsara Kit Car es A5583
Si nos ponemos a analizar los datos, veremos que entre ambos modelos, vemos que a priori, el Kit Car estaba en inferioridad, pero resultó que eran modelos que gestionaban increíblemente bien los tramos de montaña, poniendo en evidencia a los WRC. Esta fue una época dorada para los amantes de los rallies, en los que tanto se disfrutaban del sonido bronco de lo motores turbos, de sus espectaculares trazadas en horquillas debido a su tracción a las cuatro rueda, como podías oír algo a lo lejos que sonaba más bien como un E30 del DTM, un motor atmosférico que se acercaba con facilidad a las 10.000 rpm.
El mayor beneficio de los modelos Kit Car, fue sin duda la reglamentación técnica que los amparaba respecto a los WRC y que permitió que en ocasiones plantasen cara a sus hermanos mayores.
Si tengo que elegir con uno de los tipos de coches analizados en este artículo, elijo el Kit Car, por su tipo de conducción que necesitaba ser más fino, ya que la trasera, no estaba bien, «amarrada» y había que ser muy precavido con ella para que no les adelantase en mitad del tramo. Y otro motivo, es el sonido, ese sonido que te ponía en la cara un expresión entre dolor y asombro de como esos motores chillaban por esas carreteras de montaña.