Entusiastas del pasado
Del infierno al cielo y viceversa: la historia de Honda en la Fórmula 1
Hoy repasamos las andanzas de la marca japonesa en el gran circo, tras anunciar que dejará la parrilla a finales de 2021.
Honda dejará la Fórmula 1 a finales de 2021. La marca japonesa, que volvía con un proyecto prometedor de la mano de McLaren, se marchará de la categoría reina con más pena que gloria. Con un notorio progreso en muchas áreas, pero sin materializar sus objetivos en forma de campeonatos del mundo. No obstante, su legado se quedará, y sus motores pasarán al cien por cien a las manos de Red Bull gracias a Red Bull Powertrains Limited.
De momento, la firma japonesa lleva seis victorias desde su retorno a la categoría reina, cinco de la mano de Max Verstappen y una de la mano de Pierre Gasly. Sin embargo, no han cumplido con lo que prometían, después del infierno vivido junto a McLaren entre 2015 y 2017.
Honda abandonará la F1 a finales de 2021
Hoy, desde MomentoGP, repasamos las idas y venidas de una marca que ha sabido lo que es tanto hundirse en el fondo de la parrilla como tocar el cielo y contribuir en la fábrica de uno de los mejores monoplazas de la historia. Hoy, repasamos las andanzas de Honda en la categoría reina.
Para repasar los inicios de la firma japonesa en la categoría reina hemos de remontarnos a 1964, donde debutaron destacando por ser, junto a Ferrari y BRM, de los pocos monoplazas por aquel entonces con chasis y motor propio. Este periodo duró hasta 1968, año en el que el RA302, el monoplaza de Honda, era totalmente inconducible según John Surtees, piloto titular del equipo aquel año.
En el Gran Premio de Francia, Jo Schlesser sufrió un grave accidente a los mandos del Honda RA302, falleciendo en el acto. Este triste acontecimiento, y las dificultades que encontraba la escudería tratando de desarrollar un monoplaza fácilmente conducible, hicieron que la firma japonesa tirara la toalla y se despidiera de la Fórmula 1. Su balance durante esos cinco años fue de 2 victorias y 4 podios, de la mano de John Surtees y Richie Ginther.
Quince años después, en 1983, Honda reaparecería silenciosamente en la parrilla, suministrando motores a la escudería Spirit, que hizo su debut en la segunda mitad de la temporada, con más pena que gloria. Pese a los malos resultados cosechados con Spirit, una escudería que confió en la firma japonesa fue la vigente campeona del mundo, Williams, que en la última carrera del campeonato hizo oficial su acuerdo con los japoneses por cinco años.
A partir de ahí, comenzaría una de las mejores etapas jamás protagonizadas por un motorista en la Fórmula 1 y, sin duda, la mejor de la historia de Honda en la Fórmula 1. En 1986, fue Alain Prost quien se llevó el campeonato de pilotos en su McLaren-TAG, pero la superioridad del Williams aquella temporada hizo que se llevaran de manera aplastante el campeonato de constructores, con 141 puntos, sacando 45 a McLaren. En 1987, Lotus también optó por montar el motor Honda, y la temporada concluyó con otra victoria de Williams en el campeonato de constructores (y el de pilotos, cortesía de Nelson Piquet), y un tercer puesto de lotus. Lo que pasó durante los siguientes cuatro años… es simplemente historia de este deporte.
McLaren sentía que aquel motor TAG-Porsche se estaba quedando atrás, y decidió montar motores Honda a partir de 1988, que continuaban optando por el turbo, pese a las limitaciones establecidas por la FIA. El resultado de esa unión, junto a la talentosa dupla de pilotos formada por Ayrton Senna y Alain Prost, constituyeron la que fue una de las épocas más dominantes (y tensas) jamás vistas en la historia de la categoría reina. Entre 1988 y 1991, McLaren ganó 39 de las 66 carreras que se disputaron, haciendo especial mención a la temporada 1988, donde ganaron 15 de las 16 carreras. 4 campeonatos de constructores seguidos, sin nadie, salvo Alain Prost con su Ferrari en 1990, capaz de toser al motorista japonés.
Desde 1992, Honda se desvinculó parcialmente de la Fórmula 1… pero no del todo. Después de la gloriosa época con McLaren, fue Mugen quien se encargó de fabricar junto con Honda motores para equipos de Fórmula 1. Básicamente, Mugen era una empresa propiedad del hijo del fundador de Honda que se encargaba de crear productos para coches de competición de Honda. Mugen-Honda motorizó entre 1992 y 2000 a Lotus, Ligier, Prost y Jordan, logrando tres victorias con el equipo de Eddie Jordan, y ganando con Ligier aquel famoso Gran Premio de Mónaco de 1996, la última victoria de un piloto francés en la Fórmula 1 hasta, curiosamente, la última hasta ahora de Honda, firmada por Pierre Gasly.
Honda volvió a montar motores en 2000 con BAR, en un proyecto que con el tiempo parecía ir creciendo. Un joven Jenson Button firmaba resultados realmente prometedores con una escudería que jamás llegó a vencer. Cabe destacar la segunda posición de BAR en la tabla de constructores de la temporada 2004, con Button firmando un sensacional tercer puesto. En 2006, BAR pasaría a ser propiedad total del equipo Honda, y volvería una escudería que llevaba 38 años sin aparecer por el gran circo: Honda Racing.
Honda Racing estuvo presente en la categoría reina desde 2006 a 2008. 2006 fue una temporada muy prometedora, que parecía dejar claro que el rendimiento de la marca japonesa iba in crescendo. De hecho, Button logró en Budapest su primera victoria, y la última hasta la fecha de Honda como escudería. No obstante, en 2007, la marca se desinfló, y en 2008 un podio de Rubens Barrichello no pudo salvar la mala situación del equipo, que se marchó vendiendo el equipo a Ross Brawn. Quién diría que Brawn, con los restos del equipo nipón, haría un monoplaza motorizado por Mercedes que arrasaría en la temporada 2009, llevándose los dos campeonatos. A partir del 2010, Mercedes sería la propietaria del equipo, y pasaría a llamarse Mercedes GP. El resto de la historia ya nos la sabemos todos.
Y hasta 2008 duró el tercer periplo de Honda en la Fórmula 1. En 2014 anunciaron que cogerían las riendas de un McLaren que parecía desinflarse con el paso de los años. Anunciaron el fichaje de Fernando Alonso, y todo parecía que iba a ir sobre ruedas… pero no. 2015, 2016 y 2017 fueron años desastrosos deportivamente hablando. Tan desastrosos, que Sauber había anunciado un acuerdo con Honda para llevar sus motores en 2018, pero ante los malos resultados cosechados por Honda con McLaren, el acuerdo se rompió. Los conflictos entre los japoneses y McLaren, acompañados de mensajes como el famoso «GP2 Engine» de Fernando, aceleraron un divorcio que, con el tiempo, devolvería las alas al equipo de Woking, que el año que viene contará con motor Mercedes.
Red Bull confió en el motorista japonés, y lo cierto es que ese voto de confianza pareció motivar a Honda. Tras “probar” los motores japoneses durante 2018 en Toro Rosso, Christian Horner decidió que Red Bull también llevaría motores Honda en 2019, y la temporada no pudo empezar mejor, con un podio de Max Verstappen en Australia. Sin embargo, Honda no ha bastado para hacer frente a Mercedes y, tras el anuncio de Honda de su retirada de la máxima categoría, Red Bull y AlphaTauri tendrán que buscar un nuevo fabricante.