Midori Kurve
Doña Livery Francisca de Todos los Santos
Escribir estos días sobre cualquier cosa que no sea técnica parece cosa de locos. La audiencia manda, los clicks suponen la madre del cordero, y parir un texto que no hable de tornillos o soluciones aerodinámicas en mitad de la borrasca de interrogantes que azota nuestros tejados, supone poco menos que exponerse al descrédito.
Pero hay que arriesgarse. Primero de todo porque la Fórmula 1 es mucho más que eso que nos dicen de que consiste en un elevadísimo porcentaje de fría técnica y una porción pequeña de humanidad a pleno rendimiento. Segundo, porque las respuestas son válidas siempre y cuando se hagan las preguntas correctas. Y tercero, y más importante, porque como os decía en mi primera intervención en Momento GP [La F1 ha cambiado, pero puede que no tanto], puesto que seguimos en plena etapa híbrida, lo normal es que en Montmeló siga dominando la gente de Brackley y sus secuaces…
Y bien, aquí estamos a martes de entrenamientos, y agradezco que nadie haya sacado la conclusión de que Alonso se marcha en 2018 a Red Bull porque ayer estrenó —medio estrenó, mejor dicho—, un casco que recordaba a la decoración usada por la de Milton Keynes en el RB11 surante los previos de la temporada 2014.
Cosas peores hemos visto, la verdad, pero la prensa tira mucho del personal y conviene andarse con sumo cuidado con ella. Hoy estamos arriba, mañana estamos abajo. Pasado mañana los vientos soplan del Sur y el jueves lo harán desde el Noroeste… Y así, ad nauseam, independientemente del equipo que se trate.
Yo tengo prometido que no me mojo los pies hasta que El Circo no desembarque en España con ocasión del Gran Premio de España. Llamadlo cautela o como queráis, pero la cosa no promete estar como para predicciones y apuestas hasta dentro de unos meses. Los test son pocos y las innovaciones que ha traído consigo la normativa 2017, sincerémonos: son demasiadas. Hay prisa por agarrarse a algo y es normal que la haya, pero tampoco supone moco de pavo que estemos viendo la película a través de unos ojos diferentes a los nuestros…
Esta mañana he hablado con un amiguete que está cubriendo las pruebas de pretemporada en Barcelona. Viendo que no lo sacaba de los comunicados oficiales y las sensaciones del paddock, es decir, las más populares, le he hecho dos preguntas sencillas: ¿Se sabe algo del enfoque térmico que ha utilizado Newey en el RB13?, y ¿la especificación de la unidad de potencia Honda que petó ayer en el coche de Fernando es la misma que se va a homologar…?
Desconocía que hoy iba a ser un día para olvidar en casa McLaren, pero mis preguntas siguen en el aire y eso me ha dado fuerzas para trabajar en mis asuntos sin prestar demasiada atención a lo que ha sucedido en Montmeló. Son entrenamientos, todo está por probar y decidir. El reglamento no es efectivo hasta que lleguemos a Melbourne y estaba claro que Mercedes AMG iba a seguir llevando la batuta… ¿Por qué preocuparse entonces?
Ahí dentro todos son unos tahúres. El más tonto miente como el más listo porque es lo primero que se mama cuando uno pretende decidarse a la Fórmula 1. Además, si las cosas se tuercen haciendo añicos los pronósticos, cualquier pronóstico, siempre nos quedará hablar de doña Livery Francisca de Todos los Santos, la reina de los sobresaltos. Lo bonito o feos que son los autos independientemente de que resulten eficientes en pista o no.
Si Bruno Munari levantara la cabeza, seguro que se apeaba de esta historia de continuidad de diseño que sólo se queda en la cáscara y las anécdotas. La guerra ha comenzado, y eso es lo importante: comprender que se ganará batalla a batalla, y sólo respondiendo adecuadamente a las preguntas correctas.
No quiero amargaros la cena, pero doña Livery Francisca de Todos los Santos no es la dueña del cotarro, no es la reinona, ni la infanta, sólo es un personaje más de los muchos que intervienen.
Os leo.
Imagen: Automotive Renders