Fórmula 1
El objetivo de Red Bull es superar el ritmo de Ferrari en lo que queda de temporada
Red Bull llegó al 2017 con muchas esperanzas debido al cambio de reglamento que permitía un gran desarrollo aerodinámico, el punto más fuerte de la escudería de la bebida energética. Sin embargo, su posición está definida, por el momento, como el tercer equipo de la actual parrilla. Los dos aspirantes se han marchado a más de 100 puntos, una distancia muy grande, ya que solo quedan nueve carreras.
Christian Horner cree que estas distancias son insalvables, pero espera como mínimo mantener un ritmo igual a los Ferrari de Spa en adelante: «Si podemos alcanzar una posibilidad de luchar por podios o puestos más altos dentro del podio en un par de carreras este año, ese es nuestro objetivo real«.
Tras un inicio complicado, en el que estuvieron desencaminados ya desde el túnel de viento, Horner ha notado una constante evolución desde el Gran Premio de España:
«Para resolver un problema tienes que romper ese problema y analizarlo. Creo que os chicos del equipo técnico hicieron un gran trabajo al conseguirlo tan rápido. Pero, por supuesto, después sigue un tiempo de elaboración de un mes, seis semanas para probar y rectificar los errores. Cuando has terminado, ya han pasado un par de carreras. Realmente, no fue hasta Barcelona cuando pudimos introducir el primer pack de elementos para corregir todos nuestros problemas. Fue entonces cuando comenzamos a progresar.Creo que vamos en una buena dirección. Estamos en constante progreso desde Barcelona y vamos a seguir empujando hasta final de temporada«.
Dados los problemas que han sufrido en esta primera mitad de temporada, ni Daniel Ricciardo ni Max Verstappen pueden luchar por el título. El mundial lo lidera Vettel, a quien Horner ve como favorito. Le conoce perfectamente, vivió en primera fila los cuatro mundiales de 2010 a 2013:
«Sebastian es un tipo muy centrado. Soportaba muy bien la presión. Cuanta más presión tenía que soportar, mejor respondía ante ella. Cuando se acercaba el final del campeonato mostraba una gran fuerza mental. Llegaban las carreras definitivas y empezabas a oler el campeonato, sabías que iba a hacer siempre una buena carrera«.
En 2011 y 2013, el dominio de Vettel fue aplastante. Sin embargo, en 2010 llegó con una desventaja de 15 puntos con Fernando Alonso a la última carrera y en 2012 comenzó la segunda mitad de la temporada con 44 puntos de desventaja con el español.
«Su cercanía, su aplicación, su atención al detalle, su trabajo ético fueron lo que le permitió alzarse con aquellos cuatro campeonatos. Dos de ellos, 2010 y 2012, se decidieron por muy poco, sobre todo 2012. Sólo había ganado una carrera cuando dejamos Europa. Después ganó cuatro carreras seguidas después de Singapur«.