El Volkswagen I.D.R pulveriza el récord de Pikes Peak

En 7:57.148 se traduce el trabajo de nueve meses de Volkswagen con su I.D. R para romper el récord en el ascenso del Pikes Peak.

“Es una oportunidad única”, decía Romain Dumas en los días previos a este domingo. Sin embargo, las horas previas no fueron sencillas. Las frías temperaturas y los nubarrones hacían pensar que el clima no estaría a favor de la marca alemana para romper el récord. Pero apenas unos minutos antes de las 10 de la mañana, horario en el que debía arrancar el I.D. R, el cielo se abrió y las temperaturas ascendieron un poco, lo suficiente para brindarle a Dumas una oportunidad de hacer historia.

Dumas aprovechó los 640 caballos desde los primeros metros. Sus motores eléctricos dieron el resultado esperado y conforme ascendía la montaña no sufría de una disminución de potencia por el cambio de altitud.

Fuente: uk.motor1.com

Los monitores que Volkswagen había preparado para seguir el camino de su piloto fallaron. Una pantalla que apenas podía distinguirse por el reflejo del sol permitía a algunos integrantes del proyecto disfrutar del manejo del piloto francés, pero Sveen Smeets, jefe de Volkswagen Motorsport, prefirió mirar únicamente una pantalla donde aparecía el crono final.

Los minutos parecían eternos, pero después de 19.99 kilómetros recorrido Romain Dumas recibía la bandera a cuadros a 4,302 kilómetros de altitud para encumbrarse como el hombre más rápido en la historia en este ascenso. Abajo, en la zona del paddock, todo el equipo estalló en júbilo porque no solo habían implantado una nueva marca para un vehículo eléctrico, sino también el récord total en Pikes Peak.

Fuente: guce.oath.com

“Estamos felices, pensamos que era posible. Todo se ha puesto a nuestro favor, hasta el clima. Romain ha hecho un gran trabajo”, dijo Smeets. “Demostramos que los coches eléctricos pueden ser muy rápidos, que es posible hacer el deporte motor con coches eléctricos”.

Pero para Willy Rampf, asesor técnico en este proyecto, el resultado final no fue una gran sorpresa. “El tiempo que hemos visto no está lejos de las simulaciones. Todo dependía de que todo estuviera perfecto y así ha sido”, concluyó el ingeniero.