Fallece Niki Lauda, tricampeón del mundo, a los 70 años

La Fórmula 1 ha amanecido de luto. Uno de los mejores pilotos de la historia, protagonista de una de las historias más estremecedoras de este deporte, Niki Lauda, ha fallecido esta mañana en Viena. El tricampeón austriaco ha sucumbido a una lucha de más de 40 años que tuvo su origen en el Nordschleife, cuando un accidente cambió su vida por completo.

Tras años de continuas operaciones, y dos trasplantes de riñón en 1997 y 2005, el austriaco sufrió una alveolitis hemorrágica que le obligó a someterse a un trasplante de pulmón en agosto para salvar su vida. Tras esta operación, el estado de salud de Niki mejoró, pero en enero una gripe que contrajo en Ibiza le obligó a ingresar de nuevo en el hospital. El austriaco, que hasta hoy era director no ejecutivo de Mercedes, se había marcado como objetivo volver al paddock para el Gran Premio de España, pero finalmente el duro tratamiento al que ha ido viéndose sometido después del accidente ha podido con él.

Niki Lauda y Lewis Hamilton, durante la etapa del austriaco en Mercedes -f1.com

Antes de sufrir el accidente que le cambió la vida, el austriaco ya apuntaba maneras. Tras destacar en Fórmula 2 a finales de los años 60, Lauda debutó en Fórmula 1 en 1971 con un March. En 1973, decidió solicitar un préstamo y compró una plaza en BRM. Las actuaciones de Lauda a los mandos del BRM P160D llamaron la atención la Scuderia Ferrari, que decidió contratarle la temporada siguiente, en la cual sumaría sus dos primeras victorias, antes de coronarse campeón del mundo por primera vez en 1975.

1976 fue el año en el que sucedió la tragedia que cambió la vida del austriaco por completo. Todo apuntaba a que Niki iba a repetir gesta y se iba a llevar el título, pero en la segunda vuelta del Gran Premio de Alemania chocó contra las barreras del peligroso Nordschleife, y su 312T quedó envuelto en llamas. Después del accidente fue ingresado en el hospital, con quemaduras de primer a tercer grado en la cabeza y en las muñecas. Todos lo dieron por muerto y nadie se imaginó lo que vendría después.

Tras dos carreras en las que James Hunt, el mayor rival de Niki, recortó distancias respecto al austriaco en el mundial, Lauda apareció en el paddock de Monza, con la cara desfigurada por completo, e incluso restos de sangre en las vendas que cubrían su cabeza y sus brazos, y no apareció precisamente como espectador: «Voy a correr.» Niki finalizó el gran premio en cuarto lugar, en una carrera tras la cual el tricampeón del mundo Jackie Stewart calificó la vuelta de Lauda como «el mayor ejemplo de valentía que ha dado este deporte».

Niki Lauda, después del accidente – f1.com

El campeonato de 1976 finalizó con Niki como líder del mundial, pero en la primera vuelta, en una carrera marcada por una lluvia torrencial que cayó sobre el circuito de Fuji, Lauda retiró el coche, anteponiendo su vida y alegando que las condiciones eran demasiado peligrosas para correr. Tras la retirada de Lauda, fue el McLaren de James Hunt quien conquistó el título mundial, finalizando tercero dicha carrera y ganando así el campeonato por un solo punto.

El legado de Lauda no acabaría ahí. En 1977, decidió seguir corriendo para Ferrari, y ganó su segundo campeonato del mundo, gesta tras la cual fichó por Brabham, escudería con la que ganó otras dos carreras antes de retirarse al finalizar la temporada 1979. Tras tres años, el austriaco decidió volver, y con el apoyo de uno de los equipos más fuertes de la época, McLaren, ganó el campeonato de 1984 por medio punto de diferencia respecto a su compañero de equipo, Alain Prost.

Tras su retirada definitiva en 1985, Niki siguió vinculado al mundo del automovilismo. En 1979 ya había fundado la aerolínea Lauda Air, y compaginó sus negocios con cargos en diferentes escuderías. Durante los años 90 estuvo vinculado a Ferrari como gerente de consultoría, y posteriormente dirigió el equipo Jaguar durante dos años. En 2012, asumió el cargo de presidente no ejecutivo de Mercedes, que ha acabado siendo la escudería más exitosa de la era híbrida, con cinco títulos de constructores seguidos de 2014 a 2018. 

En 2013, sus experiencias en la Fórmula 1, el accidente que marcó su vida por completo y su rivalidad con James Hunt, quedaron inmortalizadas en la película de Rush, que está disponible en Netflix a día de hoy. Se va un ejemplo de valentía, de lucha, y de éxito. Descansa en paz.

Niki Lauda, durante el accidente en el Nürburgring en 1976 – f1.com