Fórmula 1
Fernando Alonso cumple 16 años de su debut en Fórmula 1
Fernando Alonso comenzará 2017 con la misma ilusión con la que comenzó su trayectoria dentro de la Fórmula 1, allá por el 4 de marzo de 2001 en el Gran Premio de Australia con el volante de un Minardi, el cual llevó a la doceava plaza al final de la misma. Desde aquel entonces, nada ha vuelto a ser igual para este deporte en España.
A lo largo del 2001, el asturiano no cosechó excelentes resultados, todo ello debido al escaso rendimiento de ese Minardi PS01 que pilotaba, sumando 8 abandonos y un décimo puesto como mejor resultado en el Gran Premio de Alemania.
Tras ello, llegó una campaña de transición, en la que fue piloto probador del equipo Renault, la escudería que un año más tarde le daría una plaza como titular, siendo compañero de garaje de Jarno Trulli. Una vez ahí, en su segunda carrera se convirtió en el más precoz en lograr un pole position y un podio en Malasia. Pero si eso fuera poco, a lomos del R23, cosechó su primera victoria en el GP de Hungría, pasando a ser el más joven de toda la historia en hacerlo. Esto le permitió subir a la sexta plaza en la general a final de año con 55 puntos en su haber.
En 2004, su monoplaza, el Renault R24, no parecía tan competitivo, pero no por ello estuvo privado de buenos resultados, consiguiendo 4 podios en total, y una cuarta posición en el mundial con un marca mejor que la anterior, 59 puntos.
Llegó la temporada de consagración, 2005. Fernando Alonso asombraba al mundo con su Renault subiendo a todas las carreras al podio salvo en 4, contando el GP de EEUU, en el que los neumáticos Michelin no se lo permitieron. Su lucha se basó en batir al finlandés Kimi Räikkönen, que con su McLaren MP4-20, peleó todo lo que pudo. Ese año vimos batallas encarnizadas entre ambos, como la vivida en Nürburgring, que tras la rotura del trapecio en la suspensión del finlandés en la última vuelta, Alonso se llevó la victoria. La temporada llegó a su fin con 7 pruebas ganadas, 133 puntos, un mundial de pilotos y de constructores, y una imagen para el recuerdo en Brasil con el famoso, «¡Toma, toma!», que exclamó tras bajarse del R25 y ser el campeón más joven.
Como rival a batir apareció en 2006, un año en el que únicamente Michael Schumacher pudo hacerle frente, con batallas épicas como en San Marino, repitiendo lo visto la campaña anterior en el mismo escenario, o en Japón, donde el motor del Ferrari 248 F1 dijo basta y el asturiano subió a lo más alto del podio en detrimento del alemán. Esto permitió llegar a Brasil, la última prueba como líder y confirmar, tras 71 vueltas, que sería el bicampeón más precoz. El balance de la temporada se salda con 6 victorias, 134 puntos, y de nuevo, ambos títulos.
Al año siguiente, fichó por McLaren, los cuales le ofrecían ser el primer piloto y el mejor monoplaza de la parrilla. A su lado tendría al debutante Lewis Hamilton, quien luchó con el español hasta la prueba final en Brasil, donde el campeonato fue a parar a Kimi Räikkönen tras un guerra desatada en el box inglés. La campaña dejó huella en el asturiano, que marchó hacia la que fue su casa, Renault, no sin antes triunfar en 4 Grandes Premios, sumando 109 puntos, a tan sólo uno de llevarse el tricampeonato, y una tercera posición en la tabla.
Los dos años siguientes, 2008 y 2009, fueron una transición hacia su vuelta a lo más alto vestido de rojo en Ferrari, aunque logró sumar dos victorias con el R28, en Singapur, con el cuestionado «Crash Gate«, y en Japón. Un quinto con 61 puntos y un noveno con 26, fueron su bagaje por la escudería francesa en sus años de decadencia.
Nuevo equipo y nuevas ilusiones. Fernando llegaba a Maranello como el que haría resurgir a «il cavallino rampante» en 2010, una temporada en la que comenzó triunfal, tras la victoria en Baréin gracias a los fallos mecánicos de Sebastian Vettel, el que será su principal rival a lo largo de los 4 años siguientes. Un pilotaje sublime del asturiano le permitió llevar al Ferrari F10 con opciones en la ronda final en Abu Dhabi, pero una pésima estrategia de los de rojo, hizo que el alemán desbancara al español como el más joven en ganar un mundial.
Alonso no se rendía, pero en 2011, su Ferrari tampoco le ofrecía el rendimiento necesario como para lograr el título, y apenas se alzó victorioso en el Gran Premio de Gran Bretaña, en la que sería la carrera número 250 ganada por los de Maranello. La campaña acabó con 257 puntos y una cuarta posición en la general.
La temporada 2012 parecía ser la decisiva, ya que hubo 7 ganadores distintos en las primeras siete pruebas del mismo, y Fernando Alonso sería el que volvería a repetir. Ese año nos dejó una de sus mejores victorias, la del Gran Premio de Europa, en Valencia y ante todo el público español. Tras partir en la onceava plaza, subió hasta ser el más rápido en el circuito y emocionar a todo un país. En la campaña hubo muchos cambios, y Sebastian Vettel y su RB8, aumentaron el ritmo hasta alejarse en la tabla de pilotos, aunque Fernando Alonso no se dio por vencido hasta la última prueba disputada en Brasil, la cual fue un auténtico caos, pero el alemán volvió a proclamarse campeón, dejando en cenizas el sueño del tricampeonato de nuevo.
Pero como el ave fénix, Alonso resurgió de sus propias cenizas y se llevó dos victorias en China y España, la que hasta ahora es su última, pero el Ferrari no le aguantó el ritmo en 2013, sumando otro subcampeonato, tras, de la misma manera, Sebastian Vettel en la dominadora campaña con 9 victorias consecutivas.
En 2014, con la entrada de los motores híbridos, Ferrari fabricó el F14-T, el cual permitió a Fernando optar únicamente a dos podios, China y Hugría, el último de su trayectoria por el momento, y una pobre sexta posición en la clasificación con 161 puntos.
La era roja había llegado a su fin, y en 2015 fichó de nuevo por McLaren, que le volvían a ofrecer un proyecto ganador con el regreso de Honda como suministradores de unidades de potencia. Todo podía pintar bien, pero tras la carrera inaugural en Australia, la cual Fernando se perdió por un accidente sufrido en los test de pretemporada, demostró el escaso poder de los ingleses. Alonso llevó al MP4-30 a puntuar en dos carreras, cosechando 11 puntos en el global.
El poder de los sueños no era suficiente para el asturiano, por lo que en 2016, intentó sacar el máximo partido al MP4-31, pero la mejora no fue ni mucho menos la esperada. El McLaren le dejó puntuar en 9 pruebas, sumando un total de 54 puntos, aunque de ellos se esperaba que al menos peleasen por posiciones más elevadas en su vuelta a la Fórmula 1.
En total acumula 2 campeonatos mundiales, 32 victorias, 97 podios, 22 poles, 22 vueltas rápidas, 1832 puntos y una figura muy destacada en la categoría reina del automovilismo, por lo que se hace casi imposible pensar en esta modalidad deportiva y no recurrir al nombre de Fernando Alonso.
A nivel general, el asturiano ha demostrado ser uno de los mayores pilotos de la historia de este deporte, pero podría haber llegado a batir los récords establecidos si la mecánica de sus monoplazas le hubiera respetado. Al fin y al cabo, Fernando siempre será recordado como el precursor de la Fórmula 1 en España, y quizás, el mejor.