Ferrari protagoniza un ridículo monumental en Bélgica

El Gran Premio de Bélgica de 2020 ha entrado, sin lugar a dudas, en la historia negra de Ferrari. Cuesta recordar una carrera tan lamentable por parte del equipo de Maranello, que se encuentra en su peor momento de la última década. Nadie podría haber predicho esta hecatombe cuando Charles Leclerc venció en el mismo escenario hace solamente un año. Resulta increíble observar lo rápido que pueden cambiar las cosas en la Fórmula 1, en este caso, en el sentido negativo. Ni siquiera una espectacular salida por parte del piloto monegasco pudo disimular las carencias de un monoplaza que, vuelta tras vuelta, perdía posiciones de forma irreversible. Finalmente, Vettel y Leclerc finalizaron decimotercero y decimocuarto respectivamente. Lo más preocupante es que este ridículo no se ha debido a un problema mecánico o un incidente, sino al rendimiento real del coche.

Ferrari ha sido el tercer peor equipo sobre el trazado de Spa-Francorchamps, superando únicamente a Williams y Haas. Es evidente que el motor de esta temporada es infinitamente inferior respecto al de 2019, por motivos solamente conocidos por la FIA. Sin embargo, es inadmisible que los de Maranello se vean superados por equipos que cuentan con su misma unidad de potencia, como es el caso de Alfa Romeo. Esto pone de manifiesto que se trata de un problema global de concepción del monoplaza. El proyecto del año que viene deberá ser radicalmente opuesto, en vista del desastre que la escudería está experimentando. Al menos, es imposible que en 2021 la situación empeore. Ferrari ha tocado el fondo más absoluto y a partir de ahora lo único que puede hacer es mejorar. Esa es la única reflexión optimista que se puede extraer de un despropósito de dimensiones incalculables.

Scuderia Ferrari

Al finalizar la carrera, Sebastian Vettel ha destacado la pobre actuación del coche: «Este circuito ha resaltado aún más las debilidades de nuestro monoplaza, ya que hemos rendido bastante peor de lo esperado. Creo que la semana que viene lo haremos mejor, pero será necesario entender lo sucedido en el día de hoy y buscar soluciones. Es fundamental no frustrase para tratar de avanzar en la dirección adecuada». Muy similar ha sido la opinión de su compañero, Charles Leclerc: «Hemos tenido muchísimos problemas. He salido muy bien, pero el ritmo de carrera ha sido pésimo. Tenemos mucho trabajo por delante, y la próxima carrera en Monza va a ser muy complicada».

Desafortunadamente para ellos, Italia es el próximo destino de la Fórmula 1, en el mítico trazado de Monza. Todos los fanáticos de Ferrari van a tener que presenciar un sufrimiento sin precedentes cercanos, ante la impotencia de ver a las dos máquinas rojas sin ninguna opción de obtener un resultado digno. Además, el trazado italiano está lleno de rectas, por lo que, tal y como ha sucedido en Spa, los puntos flacos del coche van a salir a relucir de una manera obvia. El año pasado Leclerc se llevó la victoria delante de todos los «tifosi» tras una espectacular lucha frente a Hamilton. No obstante, si la semana que viene consiguen puntuar, podrán estar satisfechos. Ferrari afronta una pesadilla de la que intentará despertar lo antes posible.