La importancia de los Silentblocks en el mundo del automovilismo

Todos los vehículos que conocemos hoy en día sufren vibraciones, que no es más que la oscilación de un cuerpo elástico en torno a su posición de equilibrio. Para que este fenómeno tenga lugar, es necesario que aparezca energía de deformación o energía potencial elástica (elastoplástica) que genere la oscilación anteriormente comentada.

Algunos ejemplos de sistemas que generan este fenómeno son: el motor de combustión de un vehículo, los baches de una carretera o incluso los limpiaparabrisas.

Las consecuencias de las vibraciones en cualquier elemento pueden ser fatales, ocasionando un aumento de esfuerzos y tensiones, pérdida de potencia y energía, desgaste de materiales, daños por fatiga de materiales y ruidos molestos. Por tanto, su estudio es fundamental para garantizar la integridad de los distintos elementos que componen un automóvil, vehículo ferroviario y, en definitiva, cualquier máquina.

Para reducir el efecto de este fenómeno en los automóviles, se emplean unos amortiguadores antivibratorios denominados silentblocks. Son unos elementos flexibles de goma, generalmente caucho, combinados con metal cuya principal función es absorber las vibraciones que se generan en un sistema. Gracias a ellos, la mayoría de las partes mecánicas de nuestro vehículo consiguen tener un ciclo de vida mayor, lo que se traduce en un ahorro económico importante y en un aumento de la seguridad para el conductor y acompañantes.

Silentblock en brazo de suspensión delantero. Fuente: Autodoc.es

En el mercado se pueden encontrar una gran variedad de silentblocks pero en el sector del automóvil los más utilizados son los de geometría cilíndrica.

Variedad de Silentblocks en el mercado. Fuente: Silentflex.com

Los fabricantes ofrecen una serie de datos sobre los silentblocks, como son la carga mínima y máxima y la frecuencia de resonancia. Este último parámetro resulta de gran interés, ya que si la frecuencia natural del sistema (lo que produce que un elemento vibre) coincide con la frecuencia de resonancia (límite que se puede alcanzar), se produce un colapso en el elemento mecánico con resultados fatales. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando un sonido muy agudo termina rompiendo una copa de cristal.

Por último, cabe mencionar que los silentblocks pueden trabajar tanto a compresión (dirección axial) como a cizallamiento (dirección radial) y, alguna vez, a compresión-cizallamiento, aunque es poco común.