WEC
FIA y ACO imponen restricciones que podrían costarle la victoria a Toyota en Le Mans
Tras la retirada de Audi y Porsche del WEC en estos últimos dos años, el panorama para Toyota de cara a 2018 se vislumbraba alentador ya que eran a priori el único equipo oficial dentro de la categoría LMP1 y eran notablemente superiores respecto a los equipos privados. Pero el ajuste reglamentario que la FIA y el Automobile Club du l’Oest han hecho para la supertemporada 2018/19 del WEC y las 24 horas de Le Mans lastra a los japoneses.
El objetivo de los reguladores era acercar el rendimiento de los híbridos y de los equipos privados, que llevan motores atmosféricos y, sobre el papel, parecen haberse empeñado en ello.
Publicado el 10 de enero en la web de la FIA, el nuevo reglamento técnico establece un peso mínimo de 878 kg para los prototipos nipones frente a los 833 de los privados no híbridos. Pero el mayor golpe para Toyota no llega ahí, sino en la energía disponible por vuelta y la cantidad de combustible por relevo.
Así, frente a los 210,9mJ disponibles para una vuelta a La Sarthe para los BR, Rebellion, Ginetta y ByKolles, Toyota no podrá superar los 124,9mJ. Algo parecido sucede con el combustible máximo permitido por relevo: Toyota podrá consumir 35,2 kg (respecto a los 44,1 de 2017) frente a los 52,9 de sus rivales.
El flujo de gasolina por hora será de 80,2 kg para los motores japoneses y de 110 para los demás. Un desequilibrio que puede marcar la diferencia.
Debido a esto, los prototipos de Toyota tendrán que llevar un ritmo más lento que en 2017 y perderán en torno a 1,5 segundos por vuelta. La única esperanza que tienen es recuperar la diferencia recorriendo más distancia por relevo. Pero ni siquiera esto parece seguro, ya que los equipos con motores atmosféricos no tendrán problemas de recargar baterías y podrán emplear el máximo de potencia en todo momento.
La jugada que estuvieron barajando y que parece la FIA y el ACO aplicarán, es lograr que los privados puedan entrar en la lucha por las 24 horas de Le Mans y para ello han querido igualar sus prestaciones respecto a las del fabricante japonés. De esta manera se logra crear tensión en un campeonato y en una carrera que, de lo contrario, tenían el resultado ya escrito.
La reacción de Toyota en torno a la restricción reglamentaria llegó por parte de Mike Conway, piloto del equipo, quién comentó su visión de la medida en cuestión a Motorsport.com: «Con esta normativa, han querido favorecer notablemente a los privados en cuanto a que la han abierto para ellos. El tiempo por vuelta que pretenden hacer en Le Mans es muy rápido y su velocidad punta puede rondar los 360 km/h, mientras que la nuestra estará en torno a 340».
«Si logran tener esa ventaja, entonces podría ser muy complicado. No creo que haya un resultado asegurado. Tenemos ventaja en cuanto a los sistemas de tracción a las cuatro ruedas, potencia en las curvas… pero ellos pueden llevar mucha más carga aerodinámica, más resistencia al aire, porque pueden quemar más combustible por vuelta». Finalizó.
Está claro que la marca japonesa tratará de hacer repensar la decisión a los legisladores antes de la clásica francesa de este año. Por su parte, ACO podría estar dispuesto a hacer pequeñas modificaciones en la equivalencia de rendimiento antes de mediados de junio. ¿Sería demasiado tarde para Toyota?