La leyenda de las 24 horas de LeMans

Desde que se descubrió el automóvil, siempre ha habido pioneros que buscaban el ir más rápido, más lejos y por más tiempo, en la mayoría de los casos, arriesgando e incluso perdiendo la vida. De la mentalidad de estos pioneros surgió, allá por 1923, una de las carreras más famosas del mundo del motor. Nos referimos a las célebres 24 horas de LeMans.

24 horas para tratar de recorrer la mayor distancia posible durante este periodo de tiempo, una de esas carreras a la que todo aficionado debe acudir en peregrinación una vez en su vida, como mínimo.

Autosport

Ubicado en Le Mans, al Noroeste de Francia, encontramos el circuito de La Sarthe, una pista de 13.650 metros que abarcan tanto tramo urbano usado a diario, como parte única y exclusiva del circuito, es aquí donde tiene lugar desde hace casi un siglo, la que es conocida como la carrera más dura del mundo, junto con el Dakar, 24 horas durante las que coches y pilotos han de vencer el agotamiento, las fallas mecánicas, las batallas en pistas con otros pilotos, la soledad nocturna, y donde los mecánicos han de ser capaces de reparar casi cualquier desperfecto o avería en el mínimo tiempo posible.

Si se es capaz de vencer todos estos contratiempos, el equipo y pilotos pueden proclamarse vencedores de la carrera más importante e histórica del mundo del motor. Vencer en las 24 horas de LeMans, es sinónimo de pasar a los libros de historia, de lograr una buena reputación como marca y como no, de una publicidad en términos de fiabilidad y eficiencia bastante considerable, al fin y al cabo una marca ha conseguido crear un coche capaz de permanecer rodando durante 24 horas al 100% de su rendimiento, y ser el mejor de los que ha competido en esa edición

Por todo esto, las 24 horas de LeMans es una carrera en la que muchas marcas llevan a cabo importantes proyectos, con el fin de ganar esta carrera. Y es por esto que esta carrera tiene ese aire de, dureza, velocidad y resistencia sobrehumana por parte de pilotos y mecánicos

De hecho es tan famosa que el mítico Steve McQueen rodó una película basada en la icónica carrera, en la que competía a manos de un mítico Porsche 917.

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Y es de hecho en esta película donde hay una escena en la que uno de los pilotos sufre un impresionante accidente. Por eso en este artículo, hablaremos de algunas historias que han tenido lugar durante la celebración de las 24 Horas de LeMans, las trágicas, los finales de infarto, la otra cara de la carrera.

La primera de estas historias, trata sobre la venganza frente a la humillación sufrida, es por esto que la carrera de 1966, pasará a la historia como la venganza de un gigante norteamericano, contra cierta marca italiana, que se negó a venderse. Hablamos del duelo que se dio entre los innovadores Ford GT40 y los preciosos Ferrari 330P3.

Después de que Ferrari ganase 5 títulos en las 24 horas de Le Mans consecutivos, Henry Ford II quiso comprar la marca del Cavallino Rampante, cuando ya se encontraban en Maranello listo para cerrar la venta, “Il Commendatore” solo tenía que estampar su firma, pero, una última discrepancia en el contrato, Enzo quería mantener el control de su división de carreras y en el contrato se estipulaba que no sería así-, ante esto, cuentan que Enzo, se levantó de la mesa y dejó colgado a Ford y su ejército de abogados.

Esto enfureció tanto a Henry, que puso todo lo que estuvo en su mano en crear un coche de carreras capaz de humillar a los invencibles Ferrari en LeMans. Y así fue, Ford encargo el proyecto a experimentados en el campo de las carreras de resistencia, y en 1966 consiguió una apabullante victoria, ordenando que los 3 GT40 cruzasen la línea de meta juntos, ese año los ganadores fueron Chris Amon y Bruce McLaren, sí, el fundador de McLaren.

Ford

Justo 40 años después, en la edición de 2016, se dio uno de los finales más apoteósicos que se recuerdan. A falta de tan solo cinco minutos el Toyota de Nakajima, decía basta, la cara de incredulidad de los de Porsche, que veían como se les ponía en bandeja de plata la victoria, era solo superada por los integrantes del equipo Toyota, que no daban crédito a lo que estaba sucediendo, el piloto japonés comentaba por radio que tenía potencia, y poco a poco su Toyota se detenía, hasta que en la recta de meta, se detenía, momento en el que el Porsche 919 Hybrid lo adelantaba, y el box entero estallaba en gritos de alegría, salvo Wolfgang Porsche, que no quería anticipar hechos.

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Finalmente Porsche se hacía con la victoria en las 24 de Le Mans de 2016. Y de un evento trágico para los de Toyota nos vamos al accidente más grave ocurrido en la historia de las 24 horas de Le Mans. Tuvo lugar el 11 de junio de 1955, Hawthorn, luchaba con Juan Manuel Fangio, ambos se acercaron al Austin Healey, conducido por el piloto británico Lance Macklin, justo por la zona de tribunas, de repente, frenó para entrar a los pits.

Sin esperarse este movimiento Hawthorn giro bruscamente izquierda sin ver que dos Mercedes, a toda velocidad, se le echaban encima. El Mercedes 300 SLR de Pierre Levegh salió de la pista a 200 kilómetros por hora y chocó contra un grupo de espectadores. Murieron el piloto y más de 80 espectadores. Dado este terrible suceso, Mercedes Benz decidió retirarse de la competición.

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Afortunadamente los vehículos y las medidas de seguridad han mejorado mucho desde antaño, solo basta ver el sufrido por Allan McNish en 2011 y del cual el piloto salió por su propio pie.

Así que con estas historias detrás de esta mítica carrera, hay razones para que este finde no perdáis la oportunidad de poder disfrutar de la mano de MomentoGP, a través de nuestro Twitter y canal de Youtube, de una carrera que, puede pasar a la historia, porque aunque solo hay una cita al año, las 24 horas de LeMans nunca defraudan.