Las lágrimas del héroe sin visión

La Fórmula 1 decidió publicar un vídeo en el que contaron la historia de Charaf-Eddin Ait-Tales y su pasión por el deporte.

Este aficionado a la máxima categoría del automovilismo se desplazó hasta el Circuit de Barcelona-Catalunya, lugar donde se llevó una de las mejores experiencias de su vida al montarse en un coche con las características de un Fórmula 1, pero con dos asientos. La historia puede que no tenga nada más, sin embargo, Charaf es vidente.

En el vídeo que realizó la Fórmula 1, el mismo aficionado cuenta que se quedó sin visión desde los 20 años, pero su pasión por la velocidad que alcanzan estos monoplazas no ha cambiado: «Empecé a perder la vista, pero antes ya era un gran aficionado, por lo que me dije que me tenía que poner en un sitio que amase. Cuando comienzo a ver la Fórmula 1, me olvido de este problema, me sé todas las curvas. La Fórmula 1 es mi mundo«.

Charaf disfruta de la Fórmula 1 en Barcelona. Vía: formula1.com

«Cuando no puedes ver, escuchas más, incluso a ti mismo. Los ojos te pueden mentir. Michael Schumacher es mi ídolo, y cuando tuvo el accidente en Silverstone, donde se rompió la pierna, fue el mismo tiempo en el que yo me empecé a quedar sin visión. Eso me hizo darme cuenta de que tenía que volver más fuerte, sin importar que no pudiera ver«, afirmó Charaf.

Él mismo reconoció que ha tocado muchas veces un monoplaza, y que está muy blando, pero, además, comentó cuál es su trabajo y lo que hace para no perderse la Fórmula 1: «Soy fisioterapeuta, y cierro los jueves cuando hay un fin de semana de carreras, ya que estoy atento a la rueda de prensa. Después sigo todo en Twitter y no vuelvo hasta el lunes al mediodía«.

En el momento en que estaba contando esto, le anunciaron que se montaría en unos minutos en un coche de Fórmula 1, y se mostraba incrédulo. Charaf conocía todos los virajes del trazado español, y se emocionó tanto al bajar del bólido que acabó llorando tras cumplir uno de sus sueños.

Acciones como estas son las que hacen que la Fórmula 1 sea amada y respetada, con un gesto magnífico hacia alguien que sería impensable que pudiera experimentar una sensación única en un automóvil.