Lewis Hamilton y Max Verstappen: un duelo para la historia

El deporte es muy desmemoriado. No siempre es habitual poner en valor una trayectoria deportiva completa y analizarla en detalle. Este hecho se refleja a la perfección en la Fórmula 1, donde frecuentemente se menosprecian los logros de sus héroes. Algo lógico, sobre todo a la hora de tener en cuenta el imprescindible papel que juegan los monoplazas sobre el resultado final. Por muy buen piloto que seas, si no dispones de una herramienta ganadora, la victoria se antoja imposible. Incluso los más grandes de la historia han dependido de sus máquinas para triunfar. Es una circunstancia inherente a esta competición, y siempre lo será.

En el caso del piloto más laureado de todos los tiempos, Lewis Hamilton, no cabe duda de que ha contado con un coche implacable durante muchos años. Mercedes ha construido la estructura más dominante desde que el ‘gran circo’ dio sus primeros pasos. Sin embargo, no es deseable caer en los tópicos. Que nadie piense que los campeonatos de Hamilton han sido un agradable paseo por los circuitos. Ha tenido que sudar, y mucho, contra grandísimos pilotos como Nico Rosberg y Sebastian Vettel, ambos campeones del mundo. Pese a la dureza de sus rivales, en sus duelos el británico casi siempre salió bien parado, y en temporadas como la de 2014, 2017 o 2018, se coronó después de batallas realmente intensas.

Aun así, parece que Lewis aún tenga algo que demostrar, como si los siete títulos obtenidos no fuesen un indicativo claro de su estratosférico nivel. Por eso, este año se encuentra ante una oportunidad única. Posee la posibilidad de superar a Michael Schumacher y alcanzar su octavo título de una forma épica. Al menos, todo indica que va a ser así, pues la igualdad entre Mercedes y Red Bull se prevé tremendamente ajustada hasta la última carrera. Además, el aspirante a arrebatarle el trono es un piloto que, independientemente de su juventud, hace mucho tiempo que se consagró: Max Verstappen. Probablemente, el talento más electrizante que ha llegado a la Fórmula 1 desde la irrupción del propio Hamilton.

Verstappen y Hamilton luchando en Imola

Las tres primeras pruebas de 2021 han demostrado que tanto la escudería alemana como la austriaca están a un nivel muy similar. Gane quien gane, no será debido a una ventaja mecánica clara. Justo lo que llevábamos tiempo esperando: ver a Hamilton bajo presión, enfrentándose a un coche y a un piloto a su altura. Su adversario, Max, está hambriento por triunfar. Desde su debut en la categoría en 2015, el holandés es un diamante en bruto que se ha ido puliendo año tras año. No ha habido una sola campaña en la que no haya puesto de manifiesto que es un auténtico fuera de serie, un gladiador llamado a escribir los libros de historia con letras de oro. Ahora, a sus 23 años, su talento está perfeccionado y maduro, preparado para ir en busca de su sueño para hacerlo realidad. Asimismo, por primera vez en su carrera tiene entre sus manos una herramienta que le permitirá intentarlo con garantías.

Los dos, Hamilton y Verstappen, tienen mucho que perder. Si lo hace Lewis, el octavo título deberá esperar, pero lo peor de todo es que su imagen quedará difuminada al caer derrotado en una lucha ajustada, en la que las manos del piloto pueden ser determinantes. Por contra, en caso de vencer su lugar en lo más alto del olimpo será indiscutible, pues en su duelo contra el holandés habrá demostrado su superioridad al volante y que detrás de su inigualable palmarés está un talento de leyenda.

En cuanto a Max, salir derrotado supondría desaprovechar una oportunidad extraordinaria para proclamarse campeón de mundo. El primer campeonato siempre es el más decisivo, el que más valor tiene, y no es sencillo de digerir tirar por la borda semejante ocasión. Por otro lado, conquistar la Fórmula 1 midiéndose ante Hamilton lo colocará, para siempre, en la historia. Pase lo que pase, la que ganará con total seguridad será la Fórmula 1. 2021 puede definir las trayectorias de dos pilotos únicos. Todos seremos testigos del espectáculo.