Fórmula E
Los monoplazas de Fórmula E, cada vez más rápidos
Además del hándicap que ha venido suponiendo el hecho de tener que cambiar de monoplaza ante la imposibildad de que las baterías aguantasen una carrera completa, otra de las críticas que recibió en su momento la Fórmula E siempre ha estado provocada por el hecho de que eran vehículos poco rápidos, al menos en comparación con los monoplazas de otras categorías, especialmente de la Fórmula 1.
Sin embargo, y de la misma forma que pronto veremos cómo los coches serán capaces de aguantar toda una prueba, los monoplazas de la Fórmula E son cada vez más rápidos hasta el punto que los actuales han logrado alcanzar un nivel comparable -e incluso superior- a otras categorías.
Así pues, la última versión de los coches de la disciplina eléctrica presentada ante la FIA ya es capaz de superar los 300 kms/h, frente a los 225 kms/h actuales, de acuerdo a las mejoras realizadas en el rendimiento de las baterías y el tren motriz, junto a los nuevos chasis.
De esta forma, la potencia máxima de los nuevos monoplazas pasarán a los 250kW (335bhp) lo que supone un aumento de 50kW (67bhp) en comparación con los actuales.
En este sentido, en una entrevista concedida al portal Motorsport.com, el actual campeón del mundo de la categoría, el brasileño Lucas Di Grassi, ha expresado su opinión acerca de estos cambios, que suponen un indudable paso adelante en su rendimiento.
«Los nuevos monoplazas serán más eficientes y con más potencia. En la configuración actual, con la potencia que tendremos disponible, en una recta larga, este automóvil podría superar los 300 kms/h sin ningún problema, supongo», afirmó Di Grassi. «Cuando el automóvil comienza a superar los 300 kms/h hablamos de velocidades sustanciales, por lo que nadie podrá decir ya que estos coches no sons rápidos».
Ahora bien, el piloto carioca es también de la opinión que estos cambios en los monoplazas, en paralelo deberían traer aparejado un cambio en el diseño de los circuitos, con rectas más largas y que ofrezcan más posibilidades de ver adelantamientos ya que, si no, estos cambios, a juicio de Di Grassi, no tendrían demasiado sentido.
«Estamos llegando a un punto interesante», dijo. «El automóvil es muy difícil de conducir, es eficiente, tiene más rendimiento. Creo que la Fórmula E debería comenzar a diseñar rectas más largas, no veo ninguna razón para no tener rectas de 700 u 800 metros en los circuitos, con el fin de adaptar los circuitos en los que corremos a estos nuevos coches», aseguró Di Grassi.
«No necesitamos grandes cambios pero sí ciertos retoques para tener más velocidad máxima y más deslizamiento e incrementar las posibilidades de adelantamiento», añadió el brasileño.
Por último, Di Grassi quiso huir de las siempre inevitables comparaciones entre los coches de Fórmula E y los de otras categorías. El argumento del campeón del mundo, desde luego, es sólido y contundente. Los coches de Fórmula E están pensados para circuitos urbanos y los otros no.
«Todavía no se puede comparar el nivel de rendimiento de un coche de Fórmula E con un Fórmula 1 o un coche hibrido de LMP1 porque un automóvil con este tipo de rendimiento no podría competir en nuestras pistas: es imposible poner un coche de Fórmula 1 en la pista de Fórmula E como la de París, por ejemplo», concluyó.