Rally
Los vehículos más extraños que han competido en el Dakar
Este año el Dakar está de celebración. Y es que, la que es la prueba más dura del mundo del motor, celebra su 41 edición. El Dakar nació en diciembre del año 1978, de la mano de su creador Thierry Sabine y a los que muchos tacharon de loco por atreverse a proponer una carrera de este tipo.
¿Qué impulsó a Sabine a crear esta locura?
Todo comenzó en enero de 1977, cuando el motorista francés, afrontaba su tercera participación en el Rally Costa de Marfil-Costa Azul.
A bordo de su montura, el joven piloto, marchaba cuarto en la clasificación general de la prueba tras la disputa de la tercera etapa.
La cuarta especial discurría entre Dirku y Madama, en Níger lo que implicaba que se debía atravesar el mítico desierto del Teneré. Pero Sabine se equivocó de ruta y se desvió hacia el este, adentrándose en una zona arenosa con pequeñas montañas. Estuvo solo, perdido. Durante dos días. Obligado a succionar rocas, para provocarse saliva bajo el sol abrasador. Finalmente fue rescatado por la organización. Pero Thierry se había quedado impresionado por el desierto, por la aventura, por el riesgo, así que puso en marcha su idea de la aventura a través de África.
Y es que la idea que tenía Thierry Sabine era nada menos que partiendo de París poner rumbo a África. Así, el 26 de diciembre de 1978, un total de 182 vehículos se dan cita en la Plaza del Trocadero para emprender los más de 10.000 kilómetros que tendría la prueba, solo 74 llegaron a la meta.
La aventura de verdad comenzaba en el continente africano.
Tras desembarcar en África los Ferris con todos lo participantes y todo el material logístico, combustible, comida y tiendas de campaña, se ponía en marcha la que sería la primera edición de una carrera que pasaría a la historia.
La idea de esta aventura africana, recibió muchas críticas, la mayoría de la gente tachó de locura esta ocurrencia del francés, y el trató de defenderse argumentando que precisamente la dureza de esta prueba, mezclada con la aventura y el riesgo a correr, era lo que componía la esencia de esta competición.
De hecho nadie esperaba que tras una primera edición hubiese una segunda, y mucho menos 40.
Tras 40 ediciones han sido muchas las historias famosas que han envuelto a esta competición, como la “desaparición” del Peugeot 405T16 de Ari Vatanen o la famosa operación logística por aire debido a la amenaza terrorista contra la caravana del Dakar.
Y la más trágica, el 14 de enero de 1986, el helicóptero de la organización donde viajaba Sabine se estrelló contra una duna de 30 metros de altura, tras verse envuelto en una tormenta de arena, en pleno desierto de Mali. Los cinco ocupantes del aparato murieron en el acto.
Las cenizas de Sabine fueron esparcidas por el Teneré, donde un árbol con una placa conmemorativa en su base recordará por siempre la figura del padre del Dakar, que, crueldad del destino, acabaría siendo devorado por su propia criatura.
Todas estas ediciones han sido muchos vehículos y motos los que han pasado por la lista de inscritos de este rally, algunos de ellos muy curiosos y, en algunos casos, para nada pensados para realizar una prueba así.
Hoy, que ha sido la presentación oficial del rally Dakar, os recordarmos algunos de los vehículos más variopintos que ha surcado el desierto
Una Vespa P200E scooter: En 1980, durante la segunda edición de Dakar, cuatro excéntricos corrieron una Vespa a través del desierto del Sahara. Lo creas o no, dos de ellos, Marc Simonot y Bernard Tcherniavsky, lograron llegar a la capital senegalesa, a pesar de que el mitin ya estaba terminado para entonces. Unos héroes.
Un Rolls Royce Corniche, para cruzar el desierto con todos los lujos: En 1981, Thierry De Montcorgé hizo una apuesta con amigos para poder competir en el famoso rally africano con su lujoso Rolls-Royce Corniche. Por supuesto, los Rolls tuvieron que ser especialmente adaptados para el desierto, lo que significó prescindir de elementos esenciales como el mini bar, Gray Poupon y mucho más. De Montcorgé encargó una carrocería especial que pesaba solo 80 kg y añadió un sistema 4WD prestado de un Toyota. Lamentablemente, fue descalificado mientras competía por el puesto 13 después de realizar una reparación ilegal.
Un Citroën 2CV: Uno de los esfuerzos más ambiciosos de Dakar se vió en 2007, cuando los hermanos Marques corrieron en un Citröen 2CV de 1963. Georges, Philippe y Gilles Marques reforzaron el chasis, reforzaron la suspensión y aumentaron la potencia de a 100CVs. Lamentablemente, el equipo Bi-Bip2 tuvo que retirarse en la cuarta etapa debido a una falla en la suspensión trasera.
Un Renault 4L: Los hermanos Claude y Bernard Marreau tuvieron mejor suerte con un modesto Renault 4L, terminando en el quinto lugar en la general en el primer Dakar en 1979, lo que fue aún más impresionante dado que hubo un único resultado final para automóviles, motocicletas y camiones en los primeros días del Dakar no satisfecho con eso, un año después los hermanos terminaron en tercer lugar general.
La Chip Van: El premio al vehículo más extraño de Dakar tiene que ser para el belga Hervé Diers, que corrió en una camioneta con chip móvil. El coche era en realidad una camioneta Toyota de 200CV adaptada para este propósito. Cuando el equipo llegó al campamento después de la primera etapa, el conductor y copiloto frito 7 kg de patatas fritas para alimentar el vivaque. Finalmente terminaron en la 58 posición.
El Jules II proto: En 1984, De Montcorgé fue mejor en su siguiente intento, regresando al Paris-Dakar a los mandos del Six-Wheels Jules II Proto. El Jules fue impulsado por un motor Chevrolet V8 de 3.5 litros atornillado a una transmisión Porsche 935. El nombre Jules fue tomado prestado de un perfume hecho por el patrocinador Christian Dior. Después de otro comienzo prometedor, De Montcorgé tuvo que retirarse cuando su chasis se rompió en la tercera etapa.
Mercedes SLC: Lo normal hubiese sido correr esta carrera en un clase G, pero Jochen Mass y Albert Pfuhl, prefirieron hacerlo en un SLC V8 de 4,5 litros. No obtuvieron muy buenos resultados.
Jaguar XJ6: Aquí otra locura, un Jaguar XJ6 con un motor Rover V8 y un chasis Range Rover.
Entre los camiones, encontramos el famoso Tweekoppige Monster: Este camión tenía dos cabinas y un motor en cada una de ellas, con eso se conseguía que si un motor fallaba, podías seguir sólo con el otro. Se construyó uniendo dos DAFS 3300. (Los dos chasis se cortaron y unieron) la potencia total del camión era de unos 800 CVs
Y por último, he dejado un coche, que por fuera, no resulta nada llamativo, lo curioso es lo que hay dentro. Y es que este BMW X6, ha sido especialmente adaptado para Philippe Croizon, que perdió sus cuatro extremidades, aunque esto no le ha impedido seguir practicando el deporte que ama.
Este BMW ha sido especialmente adaptado de manera que, en su extremidad derecha, se le acopla un joystick, con el que según sus movimientos, acelera, frena y gira la dirección, y con su extremidad izquierda, gestiona el cambio de marchas. Sin duda una historia de superación y motivación para sobreponerse a las dificultades y llevar a cabo tu pasión.