Luces y sombras para Sauber en la calificación del GP de Bahrein

La jornada del sábado para Sauber se puede calificar de ciertamente fructífera, aunque con un cierto sabor agridulce. Por un lado, es de reseñar el gran trabajo llevado a cabo por Pascal Wehrlein, que contrasta con el pobre papel desempeñado una vez más por su compañero Marcus Ericsson.

El joven piloto alemán cumplió de sobra en su vuelta al trabajo, tras dos carreras fuera de combate debido a la lesión que se produjo en enero durante la disputa de la Race of Champions en Miami. Sin embargo, y a pesar de su larga ausencia, dio la sensación que Wehrlein hubiese estado pilotando el Sauber toda la vida y logró meterse en la 13ª plaza de la parrilla.

Fuente: Sauberf1.com

El ex-piloto de Mercedes y Manor no sólo logró meterse en la Q2 contra todo pronóstico sino que, además, lo hizo por delante de coches en teoría mucho más rápidos que el Sauber C36 Ferrari como los dos Force India y el Toro Rosso de Carlos Sáinz.

Por eso no era de extrañar su felicidad nada más bajarse del monoplaza ya que su magnífica actuación podría acercar a su equipo al objetivo soñado de entrar en los puntos, algo que desgraciadamente para los de Hinwill no se da desde hace más de un año.

“Sí, fue una gran remontada. Estoy muy feliz por haber logrado calificar en 13º puesto y de haber sido capaz de mejorar de una sesión a otra. Por lo general, debemos estar satisfechos con este resultado de hoy. Tengo curiosidad sobre qué esperar durante la carrera de mañana pero os aseguro que haré todo lo posible y aprender tanto como pueda, ya que también será mi primera carrera con Sauber. Quiero dar las gracias al equipo así como a Mercedes por todo el apoyo recibido durante mi lesión», afirmó Wehrlein.

Quien no estaba en absoluto contento por su actuación era Marcus Ericsson. El piloto sueco no pudo superar el corte de la Q3 y cayó eliminado en la primera ronda, con el penúltimo peor tiempo del día, lo que hace presagiar que le tocará sufrir nuevamente en la parte trasera del pelotón.

“Ha sido una calificación decepcionante por tener que quedarme fuera tras la Q1. No he sido capaz de sacarle el máximo al coche, pero eso son cosas que pasan a veces. Sin embargo, hoy me sentí más cómodo en el coche en comparación con las sesiones de entrenamientos del viernes. En tandas largas el coche iba bien, así que espero poder luchar mañana“, dijo Ericsson.