Fórmula 1
Max Verstappen aún recuerda su penalización en Monza
Max Verstappen ha llegado al circuito de Marina Bay donde este fin de semana se disputa el Gran Premio de Singapur bajo la noche de Oriente con ganas de reivindicarse. Resulta extraño que un piloto como el holandés deba demostrar fin de semana tras fin de semana quién es y por qué está ahí, pero viendo determinadas acciones del piloto de Red Bull, no sorprende a nadie que el joven de 20 años tenga que volver a poner en valor su figura con una gran actuación posterior a alguna «locura» en pista.
El último capítulo de la larga lista de excentricidades dentro de la pista de «Mad Max» fue en el pasado Gran Premio de Italia, donde tras arrinconar a Valtteri Bottas (y posterior toque) y recibir una sanción de 5 segundos que le relegó hasta el 5º puesto, despotricó por radio contra la Charlie Whiting al grito de «se están cargando la Fórmula 1».
Su enfado enfado, que quedó más que latente por radio y por el cuál incluso se le invitó a mantener una seria charla con dirección de carrera, continúa en Singapur. El holandés, en su llegada al paddock del circuito, ha confesado haber dado espacio suficiente a Bottas, aunque se tratase de centímetros porque su estilo de conducción se basa en centímetros y no en metros.
«He estado revisando vídeos del daño pasado y hubo una situación similar entre Lance Stroll y Felipe Massa donde Felipe fue más inteligente y se apresuró hacia el exterior de la pìsta, pero teniendo sus ruedas sobre la línea blanca y el exterior verde. Se me trató injustamente. Se me sancionó cuando en la carrera hubo otros pilotos que fueron más agresivos, o que incluso dañaron los monoplazas de otros pilotos. Se me sancionó por un incidente donde ningún coche tuvo ningún desperfecto, quizás por eso la penalización me resultó tan dura», comentó Verstappen.
«Sigo sin entender la sanción. Es cierto que giré hacia la izquierda, pero di espacio suficiente a Bottas. Es obvio que no le dí metros, pero porque mi estilo de conducción se basa en ir al milímetro, por eso le dí de espacio unos milímetros que no aprovechó. Voy a seguir pilotando de la misma manera que hasta ahora, porque es mi estilo de pilotaje. Seguiré luchando carrera tras carrera por ése último centímetro y trataré de ponérselo lo más difícil posible al resto de pilotos«, continuó el holandés.
Casualmente, muchas de las maniobras más peligrosas de Max Verstappen, han resultado ser cuando le ha tocado defender su posición ante otro piloto. No dejar suficiente espacio, movimientos en la frenada para cambiar la trazada, frenar demasiado pronto con un rival justamente detrás…son algunos de los ejemplos que le han costado más de un disgusto a Max, pero el de Hasselt se defiende achacando la culpa a sus problemas de potencia en las rectas de su propulsor Renault.
«Si tuviera una unidad de motor más potente en las rectas no defendería de la manera en que lo hago. Con una velocidad punta respetable, no estaría en esta posición. Los pilotos contra los que lucho tienen monoplazas con un motor mucho más rápido y potente. Podría dejarles pasar como hacen otros y continuar con mi carrera, y si lo hago bien la gente dirá «brillante la carrera de Max», pero yo no estoy aquí para ser cuarto», finalizó Verstappen.