Automovilismo
MomentoGP se pone al volante de un Lancer EVO VII de Rallies
Los japoneses siempre han sido unas fieras transformando berlinas de calle en auténticas bestias del mundial de rallies, Subaru, Toyota y Mitsubishi.
La mayoría habréis visto imágenes de Colin McRae rozando los límites a bordo de su Subaru Impreza, a Kankkunen con el Toyota Célica GT Four y también imágenes del fortísimo accidente de Mäkinen en el Tour de Corse.
Todos los auténticos amantes del automóvil sabemos que si quieres un auténtico WRC homologado para poder ir a comprar el pan, tenías que recurrir a estos modelos.
Para mi desgracia, no poseo ni el talento para haber sido piloto del WRC durante esta época, ni la adecuada solvencia económica como para poder adquirir alguno.
Afortunadamente y para amantes del automóvil, existen posibilidades de sentirte piloto de rallies por un día.
Es por eso que, si aún no tienes nada especial que regalar en reyes a tu amigo, marido o pareja que es todo un Petrolhead, te contamos nuestra experiencia con la escuela de conducción Sportdrive, que dispone de un curso en el cual puedes pilotar un EVO VII de carreras con incluso palmarés, sin duda uno de los regalos más originales que puedes hacer.
Ubicado en Navalcarnero se encuentra el circuito de tierra donde llevaríamos a cabo esta experiencia.
Al principio nos dieron una charla sobre cómo se comportaba el vehículo y técnicas de conducción sobre tierra y en que iba a consistir esta experiencia.
Las primeras dos actividades constaron en un circuito en Zig-Zags y un slalom en 8 en el que aprendíamos a controlar unos Fiat 500 Abarth, derrapando, jugando con la trasera del coche y girando en una curva de 180º con el freno de mano.
Pero todos, absolutamente todos, estábamos ansiosos por sentarnos ya en el EVO, y encima nos hacían sufrir, desde que estábamos realizando la actividad con los Fiat. Tenían encendido el EVO, para que llegase a la temperatura óptima de funcionamiento, y solo oíamos el típico ralentí irregular de los coches de Rallye.
Por fin, había llegado el momento, La primeras 2 vueltas, que era en principio el bono que tenía, fueron bastante suaves, aunque el monitor daba bastante libertad para exprimir el EVO.
Cuando terminé las dos vueltas, lo tenía claro, quiero comprar otras 3, y así fue.
Aquí si ya realmente iba bastante confiado, ya conocía como respondía el coche, y sus, casi límites.
Y en esta sesión fue donde ya traté de poner toda la carne en el asador.
Salir desde parado no es más complicado que con un coche de calle, engranabas segunda y ahí nos quedábamos. Esto era más que suficiente para aprovechar lo que nos ofrecía el EVO VII, el circuito era corto, pero tenía dos horquillas, una de ellas de freno de mano, dos chicanes hechas con conos, y una curva de 90 grados más rápida donde podías deslizar con el EVO.
Como ya había rodado antes, en esta sesión la confianza fue mayor.
Sorprende la dureza del pedal de freno, al principio puedes confundirte, porque haces poca presión, y si pisas más fuerte piensas que va a bloquear las ruedas, pero hay que pisar con decisión para detener el EVO. A pesar de ir en segunda, a la salida de una curva si pisabas el pedal, tardaba un poco en reaccionar, pero en cuanto el coche respondía, era un auténtico cohete, y a mí solo se me ponía una sonrisa en la cara.
Pese a lo que podáis creer, dan bastante libertad a la hora de pilotar el EVO, y el instructor, solo nos indicar las zonas donde frenar y la trazada por la que ir.
He de reconocer que en un exceso de confianza, acabé haciendo un trompo.
Sin palabras, aunque sé que no iba ni al 20% de lo que era capaz de ir ese vehículo, yo me sentía el mismísimo Sebastian Loeb. Me sorprendió lo domesticable que era el EVO, y sobre todo como se notaba el AWD.
De esto solo se puede sacar que, se te queda el cuerpo con ganas de más. Y que todos deberíais probar esta experiencia totalmente recomendable.
Por último os dejamos el vídeo de este curso, para que, si tenéis dudas, se os esfumen.