Pocos brotes verdes en Mclaren

Otro fin de semana para olvidar en Woking, al menos en términos de rendimiento. Las mejoras van encaradas en la fiabilidad del monoplaza, que quedó en entredicho con  la fuga en el motor de Fernando el viernes. Tras cinco carreras, Alonso consiguió acabar un Gran Premio y Stoffel se quedó fuera por un toque con Massa, no por fiabilidad. Sabe a poco, a muy poco, pero ya es una buena noticia, una base por la que empezar a entregar potencia a un motor mal herido. Triste escribir esto en la tercera temporada.

Alonso sacó a relucir sus dotes, su mejor pilotaje el sábado. Le sacó todo el jugo al coche, lo exprimió hasta la última gota para colocar el Mclaren en Q3, y lo más sorprendente, en la séptima posición. El primero de los mortales. Un espejismo que se esfumo en la primera chicane del circuito cuando Massa lo echó de la pista. Allí se acabaron las opciones de puntuar, porque el coche actual no tiene las condiciones para hacerlo. El mismo Fernando lo afirmaba: «Fuimos un poco desafortunados con el contacto en la curva 2 con Massa y luego estuvimos detrás de Kvyat demasiadas vueltas en la parte media de la carrera, pero incluso sin eso creo que no tuvimos el ritmo de carrera para estar en los puntos hoy, para ser honesto», afirmaba el bicampeón del mundo.

Foto: Getty Images

Si Massa fue la criptonita de Fernando en el inicio de Gran Premio, también fue una piedra en el camino para Vandoorne, que se vio involucrado en un incidente de carrera con el brasileño que lo dejó K.O: «Realmente no esperaba que Massa estuviera allí, creo que dejé suficiente espacio para él para que me adelantara, pero desafortunadamente nos tocamos y se rompió mi suspensión, así que fue el final de la carrera para mí», afirmaba el belga que además ve mejoras en el coche, pero todavía insuficientes: «Hemos hecho un paso adelante para esta carrera con las mejoras que trajimos aquí, y algunas áreas definitivamente están mejorando, pero en la carrera sufrimos un poco», comentaba el piloto.

Con la mirada puesta en Mónaco, donde no estará Fernando Alonso, Érc Boullier espera cosechar mejores resultados que en Montmeló: «En términos de resultados, es una carrera para olvidar para nosotros, pero hay cosas positivas que se pueden tomar del fin de semana, como nuestro sólido ritmo de clasificación. Está claro que el MCL32 es un chasis en el que pueden confiar nuestros pilotos, y esa cualidad es buena para Mónaco, donde en sus sinuosas calles lucharemos contra nuestros rivales una vez más en dos semanas», declaraba el director ejecutivo de los de Woking.