Automovilismo
Primeros detalles del T.50, el superdeportivo de Gordon Murray
El exitoso ingeniero británico, Gordon Murray, ha dado a conocer algunos datos más sobre su versión de como ha de ser un superdeportivo,V12 atmosférico, caja de cambios manual, peso reducido y tracción trasera.
Gordon Murray ha mostrado algunos detalles más del que será su versión de superdeportivo, un modelo de fibra de carbono con un motor V12 de aspiración natural que enviará toda la potencia a las ruedas traseras a través, como no, de una transmisión manual de seis velocidades. La disposición de los tres pasajeros, será similar a la del McLaren F1, con el conductor en el centro. Murray lo tenía claro desde que en su mente surgió el proyecto, quería un superdeportivo más puro, ligero y centrado en el conductor: El Gordon Murray Automotive T.50.
Uno podría pensar erróneamente que este es un ejercicio puramente nostálgico, pero la decisión de Murray de evitar la hibridación, las transmisiones de doble embrague e incluso el turbo no es por el bien de la tradición, sino por su deseo continuo de crear su idea de una verdadera máquina de conducción. Como resultado, las cifras que acompañan a este modelo, quizás no son exactamente lo que uno asociaría con un hipercoche moderno, con ese V12 destinado a producir «solo» 652CV. Pero se tiene que valorar, que estamos hablando de que el coche se conducirá como los modelos de los 90, es decir, habrá que echarle narices para ir endiabladamente rápido.
El motor ha sido fabricado a medida, diseñado y producido por Cosworth basado en las exigencias establecidas por GMA. El V12 de 65 grados aspirará naturalmente, dispondrá de una cilindrada de 3980 cc y llegará a girar a unas increíbles 12,100 rpm (1000 rpm más que la unidad de 6 litros desarrollada para el Aston Martin Valkyrie, también de Cosworth). La unidad de potencia estará atornillada rígidamente a la parte posterior del vano de fibra de carbono y actuará como parte del chasis, de la misma manera que el motor de un Ferrari F50, por no mencionar el Aston Martin Valkyrie.
La caja de cambios manual de seis velocidades es otro producto a medida, esta vez diseñada y construida por XTrac. Al igual que en el McLaren F1, la palanca de cambios manual tradicional brotará de una consola a un lado del asiento montado en el centro. En total, se baraja que el T.50 pesará solo 980 kg, una reducción de más de 150 kg en comparación con el F1, y alrededor de 700 kg menos que el recientemente revelado Ferrari SF90 Stradale, que podría considerarse el último hipercoche fabricado.
Una de la mayores novedades y curiosidades del T.50 será que usará el efecto suelo. De esto se encargará un ventilador de 400 mm montado en la parte trasera del T.50 y que basicamente «succionará» el T.50 hacia el suelo al extraer el aire hacia la carrocería desde debajo del coche y lanzarlo hacia atrás. Este enfoque para la producción de fuerza aerodinámica, significa que el T.50 no necesitará alerones ni spoilers que hagan que la velocidad se vea reducida y el consumo aumentado. El uso de esta técnica se vio por primera vez en el Brabham BT46B Fórmula 1 de Murray en 1978, y se prohibió después de una sola carrera, pero aquí funcionará junto con la gestión sofisticada de la parte inferior para recortar y manipular el flujo de aire cuando sea necesario. El ajuste fino de la configuración se completará en un túnel de viento tomado de un equipo de F1 del que no se ha revelado el nombre.
La producción está prevista para comenzar en 2022, con un total de 100 unidades, cada una con un coste nada despreciable de 2m de libras, un poco más en euros (más impuestos locales). Y es por eso que hay muchas preguntas alrededor de este proyecto. ¿Cómo puede un coche, especialmente unas cifras tan modestas para los estándares de hipercoches de hoy, valer esa cantidad de dinero? Porque es un ejercicio de ingeniería que incluso el mismo Gordon Murray llama el último supercar «verdadero», y un automóvil que promete emocionar, inspirar como ningún otro. Dado el cambiante ecosistema que nos rodea, tenemos muchas razones para creer que su impacto no será inferior al de la F1 anterior.