Automovilismo
Probamos el Honda Civic Sport 1.5 i-VTEC: opción equilibrada
Probamos la décima generación del exitoso compacto de Honda. ¿Tiene los suficientes argumentos para convertirse en un éxito de ventas en Europa?
El legendario y exitoso compacto del segmento C de la marca nipona sufrió una profunda transformación en 2015, estrenando un diseño común para todos los mercados, además de volver al eje trasero independiente, y disponer de una oferta de motores íntegramente turbo y, por supuesto, como viene siendo habitual en la marca, con un diseño original que no dejará indiferente a nadie.
Cuando procedemos a acceder a las plazas delanteras, de fácil y cómodo acceso, nada más sentarnos, nos encontramos con un interior amplio, y en el que podemos encontrar fácilmente una postura de conducción buena, gracias al diseño del habitáculo y sus abundantes ajustes (tanto de asiento como de volante). Los materiales empleados son, por lo general, de muy buena calidad, aunque hay zonas visibles en las que se usa plástico duro.
A diferencia de las dos últimas generaciones, Honda ha simplificado la instrumentación, pasando de estar a dos niveles, a estar situada en solo un nivel, como es tradicional, siendo más fácil de consultar la información.
Nos encontramos con numerosos huecos portaobjetos, y de tamaño aprovechable: en las puertas, detrás la consola central, delante de ella, en la guantera, y en el túnel de transmisión. Además, cuenta con puertos USB y HDMI, así como carga inalámbrica para el móvil, la pantalla táctil está bien integrada en el diseño del salpicadero y desde ahí se gestiona todo el sistema de infoentretenimiento, radio incluida (aunque podremos manejarla con los mandos del volante).
Pasamos a las plazas traseras: la anchura del hueco, así como la apertura de la puerta facilitan su acceso, no así su altura, ya que la caída del techo nos obliga a bajar la cabeza más de la cuenta. Una vez dentro, nos encontramos en un amplio habitáculo, tanto por sensación de anchura, como de distancia entre las piernas y el respaldo, teniendo el asiento delantero ajustado a mi postura de conducción (mido 1.75m de estatura). No tan positivo es el espacio que hay para la cabeza, ya que a la mínima que la inclinamos hacia atrás, tocamos con la protuberancia que hay en la parte interior del techo.
Y respecto al maletero, con 492 litros (550 en el resto de acabados), es el líder en su categoría, y dispone de unas formas regulares y aprovechables, pero al ser el acabado sport e incluir la doble salida central de escape, anula el práctico doble fondo que sí dispone el resto de versiones, y de ahí la diferencia de capacidad entre ellas. Pero si queremos más espacio, podemos abatir los asientos traseros divididos en proporción 60:40, dejando una superficie casi plana, subiendo la capacidad hasta unos 1209 litros.
Una vez arrancamos el motor, lo primero que notamos es un funcionamiento muy suave y silencioso del motor tetracilíndrico turbo, y en marcha, se confirma esta sensación.
Los seguidores más puristas de la marca se llevarán las manos a la cabeza al ver que el motor es turbo, pensando en que perderá el carácter y sonido característico de sus conocidos motores atmosféricos, pero nada más lejos de la realidad: es un motor con unos buenos bajos, proporcionados gracias al turbocompresor, que le gusta subir de vueltas con alegría y además, conservando el sonido típico de la marca.
La unidad de pruebas estaba equipada con la caja manual de seis relaciones (que recomendamos encarecidamente sobre la CVT, ya que saca mejor partido al motor), cuyos escalonamientos son correctos para un uso diario, así como deportivo, y cuyas inserciones son cortas y precisas. Como único detalle negativo cabe destacar el molesto “clac” que produce la palanca de cambios al insertar una marcha, detalle que desentona con el resto del coche, y baja la sensación de calidad.
Una vez en circulación, notamos un buen confort de rodadura, incluso en firme bacheado, filtra muy bien las irregularidades que, unido al bajo sonido de rodadura, ergonomía y asientos, lo hace idóneo para viajes largos, aunque a pesar de contener adecuadamente los balanceos de la carrocería, el tarado tira para blando en una conducción deportiva, aunque sin movimientos descontrolados ante cualquier situación, lo que unido a una dirección muy precisa y directa (2.2 vueltas de tope a tope) y ligeramente informativa, crea una combinación excelente entre comodidad y deportividad. Como pega, le podemos poner que el tacto que tiene es blando: bueno para el día a día, malo para una conducción más decidida.
Una novedad que trae de regreso este modelo (que se perdió en la octava y novena generación del modelo) es la vuelta al eje posterior independiente, en vez del eje rígido torsional. Y esto trae dos ventajas: un mayor confort y un paso por curva más estable, gracias a eliminar los movimientos parasitarios. Pero también trae una desventaja, que es la pérdida de los famosos Magic Seats (una solución que permitía plegar el asiento contra el respaldo de los asientos traseros), debido a que este cambio ha supuesto la reubicación del depósito de gasolina bajo los mismos.
La versión que hemos probado es la Sport, y con el único extra que llevaba nuestra unidad de pruebas (la pintura Blanco Orquídea Perlado), el precio asciende a unos 26.950€ en el momento de la redacción de esta prueba, sin descuentos de la marca ni del concesionario aplicados. A destacar, cabe mencionar su gran equipamiento de serie, del cuál solo tenemos como extra la propia pintura, y dos tipos más de llantas.
En resumen, la décima generación del Honda Civic tiene un buen maletero, un buen dinamismo y confort, así como una buena calidad de fabricación, por lo que tiene papeletas para ser un éxito en nuestro mercado, y como nota global, creemos que se merece un 8 sobre 10.
Los puntos que más nos han gustado ha sido su gran habitáculo y maletero, un motor lleno de energía en todo el rango del cuentavueltas, el perfecto equilibrio entre confort y deportividad, y como negativos, su longitud excesiva (supera los 4.5m), el espacio para la cabeza si la inclinamos hacia atrás, y el sonido de la palanca de cambios al insertar las marchas.
Modelo | Honda Civic Sport 1.5 i-VTEC |
Motor | L15B7 |
Cilindrada (cm3) | 1497 |
Potencia (kW/CV) | 134/182 a 5500 RPM |
Par (Nm) | 240 a 1900-5000 RPM |
Peso (kg) | 1307-1357 |
Dimensiones Lar/An/Al (mm) | 4518/1799/1434 |
Volumen Maletero (l) | 492/1209 |
Aceleración 0-100 km/h (s) | 8.3 |
Velocidad máxima (km/h) | 220 |
Consumo homologado (Ur/Extr/Comb) l/100km
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7.4/4.9/5.8 |
Emisiones de CO2 (g/km) | 139 |
Precio de partida de esta versión | 26.350€ |
Precio de la unidad probada | 26.950€ |