Fórmula 1
¿Qué podemos esperar de McLaren en 2020?
El MCL35 cuenta con la firma de James Key para reducir la brecha con los tres equipos de delante de la parrilla
El equipo McLaren afronta esta temporada como un año importante en vistas para 2021. Aunque los de Woking por voz de Andreas Seidl han apuntado durante los últimos meses que la lucha por victorias no sucederá hasta el 2022 o 2023, bien es cierto que la campaña entrante se postula como una oportunidad para recortar las distancias con los tres de delante (Mercedes, Ferrari y Red Bull) y para consolidar al equipo como la clara referencia del grupo medio, pero con un ojo puesto hacia adelante con el propósito de no tener que mirar más hacia atrás.
La creación de esta temporada, el MCL35 propulsado por Renault (último año), es el primer coche íntegro de James Key bajo su dirección, un hombre donde tienen depositadas grandes esperanzas para el futuro. La reestructuración que ha vivido el equipo inglés desde la llegada de Zak Brown ha sido continua, y Key es una pieza más del puzzle victorioso que quieren lograr en los próximos años.
No obstante, aunque las victorias se esperan para dos o tres años vista tras el nuevo reglamento que la Fórmula 1 vivirá la próxima temporada (2021), ello no quita que en McLaren vean este año como una gran oportunidad de acortar plazos hacia el camino del éxito.
Las expectativas que levanta el segundo equipo más laureado de la historia de la F1 son siempre muy altas, a pesar de no lograr una victoria desde la temporada 2012, pero el cuarto puesto (holgado) conseguido el año pasado en el Campeonato de Constructores sumado al tercer puesto del cajón de Carlos Sainz en Brasil han provocado que el aura del equipo apunte más alto si cabe.
El MCL35 es la continuación del MCL34, un coche que de base empezó con el pie derecho desde un primer momento y por ende, una continuación y no una revolución.
Pese a la continuidad, en Woking han querido evolucionar cada área del coche para potenciar al máximo la base del año pasado. Morro, bageboards, pontones, toma de aire, suspensión delantera totalmente revisada, pero sobre todo una ‘dieta estricta’ del monoplaza adelgazando la parte trasera al máximo, un concepto de eficiencia aerodinámica parecido al estilo adoptado por Red Bull.
Todos estos cambios son sólo el comienzo de una larga temporada donde de nuevo, premiará al equipo que más evolucione e invierta a lo largo del año. Algo que McLaren es un alumno aventajado.
La dupla Sainz-Norris contarán en sus manos con una máquina a priori que tomará la salida en Australia con el cuarto mejor coche. Un monoplaza, que si termina a menos de un segundo del mejor crono del sábado en Melbourne será un gran logro. Los pódiums seguirán sujetos en función a lo que suceda en pista a los tres equipos más rápidos (abandonos o incidentes), pero en esta ocasión McLaren estará con la caña más afinada para pescar otro logro inesperado hasta que no tengan potestad por la lucha de victorias.