Red Bull, ¿la fábrica de sueños?

La aventura de comprar un equipo de la máxima categoría del automovilismo, ya es una quimera, pero si a esto le sumas el convertirlo en campeón del mundo, sería una auténtica locura. Esto fue lo que hizo el magnate de las bebidas energéticas Dietrich Mateschitz.

La idea se modificó poco a poco en una factoría destinada a sacar el mayor rendimiento posible de este deporte, ya que crearon una escuela de jóvenes talentos, los cuales nutren actualmente a la parrilla, para así disfrutar aún más si cabe de dicho espectáculo.

Dietrich Mateschitz, junto a Sebastian Vettel y Christian Horner tras ganar su primer título mundial. Vía: formula1.com

Una vez que realizaban la llamada, era imposible rechazarla, por lo que muchas de las futuras estrellas no se paraban a pensar detenidamente en todas las opciones a su alcance. Ello hizo que gran número de trayectorias triunfantes se quedaran a las puertas de la gloria, como Jaime Alguersuari, Sebastian Buemi o Jean-Eric Vergne.

Por el contrario, otros lograron proliferar. El caso más inmediato sería el de Sebastian Vettel, el cual aterrizó en la Scuderia Toro Rosso, filial del todopoderoso Red Bull, procedente de BMW Sauber. El alemán se aupó en el cajón que le acreditaba como ganador del Gran Premio de Italia en 2008 con dicho equipo, un año más tarde de su llegada, y con ello, sumado a su gran campaña, promocionó al conjunto austriaco.

Otro de los agraciados podría ser Daniel Ricciardo, un australiano que tras debutar con HRT en 2011, fichó por Toro Rosso, cosechando buenos resultados. Esto gustó en la casa de las bebidas energéticas, por lo que en 2014 fue el compañero del anteriormente citado Vettel.

Max Verstappen es el último de esta lista, al poder subir tras la desgraciada carrera de Rusia para Daniil Kvyat en el pasado 2016, que al colisionar con el que fuera el líder de la escudería en sus gloriosos años en los que tocaron el cielo con cuatro mundiales y el mismo alemán que llegó en 2009.

En cuanto al español, Carlos Sainz, perteneciente a este programa de la Red Bull Junior Academy desde el año en el que fue subcampeón de Europa de KF3 y ganó la Monaco Kart Cup, en 2009, ha ofrecido buenos puestos en carrera con Toro Rosso, pero si su oportunidad no llega en el primer equipo, las papeletas para marchar hacia un lugar donde pueda cumplir su objetivo de ser campeón, aumentarán.

Daniel Ricciardo, Daniil Kvyat, Helmut Marko, Max Verstappen y Carlos Sainz. Vía: redbull.com

Sin embargo, esto contrasta con el extenso número de pilotos que esperan un asiento en Red Bull sin llegar a conseguirlo, ya que en esta empresa, sólo valen los resultados inmediatos, sin tener en cuenta factores externos, en muchas veces ocasionados por la propia mecánica.

Es por todo ello, que la que pintan como la gran oportunidad para llegar a lo más alto en la Fórmula 1, es únicamente un toro furioso que sólo sacia su sed de victoria y títulos cortando las alas a los jóvenes que no pueden tener dos opciones en caso de error.

La respuesta a toda esta cuestión es que nunca hay que elegir el camino que parece más sencillo, ya que en infinidad de ocasiones se nos plantearan problemas que serán imposibles de resolver por uno mismo, y no importa lo que se tarde si finalmente se logra.