Ricciardo, cauto: «Si no ganamos en 2017, no será un fracaso»

Este año se presenta como el año de las oportunidades para gran parte de los equipos, que, durante muchos meses, han trabajado con un único objetivo, batir a Mercedes y romper el monopolio instaurado en las últimas temporadas. En Red Bull se muestran dispuestos a romper con lo establecido y plantar cara a Mercedes. En su carta de presentación está incluída la gran temporada pasada, donde no solo superaron de manera estrepitosa a Ferrari a final de temporada, sino que han sido prácticamente los únicos capaces de dar algún que otro susto a las imparables ‘flechas plateadas’, sobre todo de la mano de Daniel Ricciardo.

Concluida la primera semana de test, el de Perth asegura que no han puesto toda la carne en el asador, y que se encuentran más cerca de Mercedes de lo que pensaban, algo que le llena de optimismo para afrontar una temporada que se antoja apasionante:

“En  Barcelona no teníamos todo el potencial, naturalmente. Esperamos poder desbloquearlo pronto. Estoy listo para ello, estoy más en forma que nunca y ansío poder conducir estos coches hasta el límite“ comentaba

formula1.com

Con Carlos Sáinz llamando a la puerta de Red Bull, Ricciardo sabe que cualquier temporada puede ser la última con los de Milton Keynes, y espera cumplir su sueño antes de que eso ocurra: ser campeón del mundo con Red Bull Racing. No obstante, es prudente en cuanto a sus opciones se refiere: 

“Si no ganamos en esta temporada, no será un fracaso. Siempre intento hacerlo lo mejor posible. Creo que la presión ayuda a sacar lo mejor de mí. Ya he demostrado en otras ocasiones lo que soy capaz de hacer” concluía

Por último cabe destacar un aliciente a favor de Red Bull, la aerodinámica. De todos es sabido que buena parte de la culpa de la hegemonía de la escudería austriaca de antaño, y que siempre se encuentren entre los mejores chasis de la parrilla, es de Adrian Newey. Mientras haya más de Adrian Newey, hay esperanza; o al menos eso piensan en Milton Keynes, llenos de optimismo.