Sábado difícil en Mónaco para Sauber
Desde los entrenamientos libres del jueves se podía intuir que iba a ser un gran premio difícil para Sauber, y las sospechas se confirmaron en la jornada de clasificación. Tanto Pascal Wehrlein como Marcus Ericsson reportaron al equipo que tenían problemas con el grip, lo que intentaron solucionar con diferentes set-ups, pero no ha sido suficiente para poder estar en la lucha por entrar en la Q2.
El piloto sueco afirmó a la prensa que los problemas de adherencia los llevan arrastrando desde el jueves y que, aunque han probado diferentes configuraciones, no han encontrado la dirección correcta. «Está siendo un fin de semana complicado. He intentado dar el máximo para sentirme cómodo en el coche, con diferentes configuraciones, pero parece que el coche no funciona aquí. En clasificación he dado el 100% y en la última vuelta he tocado el muro en la curva 10, por eso he tenido que parar el coche. Mañana intentaremos dar el máximo para poder estar en la lucha».
Por su parte, el piloto alemán también hizo hincapié en los problemas de adherencia que llevan arrastrando todo el fin de semana, aunque asegura que el domingo va a darlo todo en la pista para revertir la situación. «Tenemos un fin de semana complicado en Mónaco. Desde el jueves estamos intentando mejorar el grip en la pista con diferentes configuraciones, pero no hemos encontrado la que mejor se ajusta a este circuito. Salir en la decimonovena posición no es lo mejor en Mónaco, pero intentaré hacer lo mejor posible para el equipo».
El equipo suizo tiene el consuelo de que cada piloto va a adelantar una posición en la parrilla de salida, por la sanción que sufre el británico Jenson Button, pues el monoplaza del equipo McLaren-Honda ha superado el número de cambios permitidos en el motor.