Fórmula 1

Sigue la polémica con las suspensiones

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Los cambios de reglamento siempre son puntos de inflexión en la evolución de la Formula 1. Suelen ir acompañados de un cambio de equipo dominante. Esto se debe a que, el más listo de la clase, capaz de encontrar lagunas en el nuevo reglamento, es el que se lleva el gato al agua. 

Una vez más, Mercedes a la cabeza, ha desarrollado una suspensión hidráulica aparentemente legal, capaz de corregir el ángulo de inclinación del coche en las curvas, ganando velocidad, adherencia y vida para los neumáticos. Red Bull no se queda atrás y, aparte de sacar el máximo provecho de los ángulos establecidos en el diseño del coche, favoreciendo así su carga aerodinámica, un clásico de Newey, que también anda metido en el ajo del desarrollo de dicha suspensión ventajosa. 

Ya en 2016  Mercedes sacó ventaja al resto gracias a su sistema de suspensiones que incluía el famoso «tercer muelle».

Llegados a este punto, Ferrari ya venía preguntando antes de navidad, si dicho sistema era legal y escribió una carta a la FIA para aclarar la situación, con clara intención de parar los pies a sus rivales. 

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La carta que Simone Resta escribió, y cuya copia fue entregada al resto de equipos, decía: 

«Estamos considerando un conjunto de dispositivos de suspensión que creemos que podrían ofrecer una mejora del rendimiento a través de función más compleja de la carga en los neumáticos. Se obtendría mediante una simple combinación de muelles, amortiguadores e interters.» 

«Todos los dispositivos de suspensión en cuestión cuentan con un asiento móvil de elevación y utilizan energía recuperada de los neumáticos y los desplazamientos para alterar la posición del muelle de elevación». 

«Su contribución al propósito principal de la suspensión eliminada -la fijación de las ruedas al coche de una manera que aísla la parte suspendida de las deformaciones de la carretera- es pequeña, mientras que su efecto sobre el funcionamiento aerodinámico es mucho más grande, así que creemos que podría justificar el peso adicional y la complejidad del diseño». 

«Por lo tanto, cuestionamos la legalidad de estos sistemas bajo el artículo 3.15 y su interpretación en el documento TD/002-11, en la que rechazan detalles que son «totalmente secundarios a la finalidad principal del sistema de suspensión» o «han sido concebidos para afectar directamente al rendimiento aerodinámico del vehículo». 

La respuesta de Whiting parece prohibir, pues, dicho sistema y es por eso que ahora el desarrollo de suspensiones alternativas pero en base a los mismos principios generan debate. Desde luego los equipos que las hayan desarrollado tendrán que sopesar el beneficio que les otorga y a la vez el potencial de riesgo de sanción al que se enfrentan.

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