Un problema con los neumáticos dejó a Verstappen sin posibilidad de atacar a Hamilton
Un neumático delantero izquierdo lleno de ampollas era la razón principal por la que Max Verstappen no podía atacar Lewis Hamilton en la lucha por la victoria en el Gran Premio de Japón, según el jefe del equipo Red Bull, Christian Horner. Verstappen terminó segundo en Suzuka, a sólo 1,2 segundos del ingles después de llegar hasta el piloto de Mercedes en las últimas vueltas.
Durante gran parte del segundo stint, el holandés se mantuvo a tres segundos de Hamilton, habiéndole ganado tiempo tras haber entrado una vuelta antes que el inglés a cambiar su juego de superblandos. Al finalizar la carrera, Horner reveló que al holandés se le ordenó mantener un margen con el líder, con el fin de evitar que una ampolla que había aparecido en el neumático delantero izquierdo de Verstappen durante el segundo stint empeorase. «Estábamos gestionándolo perfectamente desde la vuelta 35, 36… hasta que una ampolla apareció, creciendo cada vez mas en el interior del neumático delantero izquierdo, cada vez más profundo y más amplio», explicó Horner.
«Así que le pedimos a Max que mantuviera un margen de tres segundos para no entrar en el aire sucio y dañar más el neumático. Aun así, todavía era capaz de llegar fácilmente hasta Hamilton, y luego cuando nos acercábamos al final de la carrera después del Safety Car virtual, nos dijo ‘¿puedo ir a por el?’ Y dijimos ‘siempre que controles los neumáticos, está bien. «Y de repente, estaba en la caja de cambios de Lewis.»
«Fue un poco desafortunado que se encontrase con Alonso y Massa, que en ese momento se encontraban luchando entre ellos, porque con otra vuelta limpia habría intentado el adelantamiento. Si hubiese funcionado o no, no lo sabemos, pero seguro que lo habría intentado. Tenía una oportunidad para pasarle, aunque hubiera sido difícil».
Horner también explicó que Verstappen había sufrido un problema con su primer juego de superblandos y estuvieron realmente preocupados de que sufriese un pinchazo con el segundo en la parte final de la carrera. «Nos dimos cuenta en el primer juego y el segundo debía durar un 25% más. Era preocupante porque te acuerdas de lo que paso con Sebastian en Silverstone y te das cuenta de que es muy fácil sufrir un pinchazo en ese momento de la carrera. Todos estábamos preocupados por eso.»
«Después de la parada teníamos muy buenas sensaciones con los blandos y simplemente me mantuve cerca de Hamilton», decía Verstappen. «No quise acercarme más porque sabía que se podrían destruir los neumáticos delanteros y quería conservarlos por si lo necesitaba al final.»