Fórmula 1
Victoria de Lewis Hamilton y Mercedes en Singapur
Luces, gas y acción. Gran premio de Singapur, circuito urbano, de noche y con lluvia, no podíamos tener más emoción. Solo una duda, si la carrera arrancaba con lluvia que Charlie Whiting no nos privase de una salida para recordar y grabar. El reloj marcaba las ocho (hora local), las dos (hora española). Diluviaba. Los seis primeros se atrevían con neumáticos intermedios, del séptimo al noveno montaban neumáticos de lluvia, el décimo que era Carlos, intermedios. Tras él, los neumáticos se intercalaban. El semáforo se apagaba. Los ojos como platos atentos al televisor. Vettel salía mal, se tiraba al lado izquierdo, Max al ataque del alemán se veía arrinconado porque Raikkonen (salía como un avión) lo pasaba.
Verstappen se tocaba con el finlandés y este con Vettel. A su vez Hamilton se ponía segundo por el exterior. Fernando se marcaba una de sus salidas mágicas, aquellas que nos levantan de nuestros asientos. Se colocaba a la estela de la «flecha plateada». Era la carrera, la del podio, la de las celebraciones. El destino así no lo quiso. Verstappen se llevaba puesto al asturiano y le » desnudaba» la parte izquierda del coche. Una lástima. Con el múltiple choque, salía el Safety-Car.
Las caras de alegría que vimos en Ferrari tras la clasificación se trasladaban al box de Mercedes. Su máximo rival KO, el inglés liderando. Comenzaba una nueva carrera. Carlos Sainz recuperaba posiciones. Era noveno. Tras la relanzada, Carlos pasaba a Ocon y se ponía octavo. Finalmente en la vuelta 9, Alonso decía adiós a la carrera, lastrado por los daños en su monoplaza. Un podio que no pudo ser real. Dos vueltas después, Kvyat se estrellaba contra las protecciones. De nuevo, Safety-Car. Veíamos las primeras paradas en Boxes. Ricciardo ponía los intermedios. Hulkenberg y Palmer hacían lo mismo. Por tanto Sainz ocupaba la cuarta plaza. Acariciando el podio.
En la vuelta 17 vimos una de las maniobras más peligrosas de la temporada. Magnussen intentaba pasar a Massa, este le cerró contra el muro y a punto estuvo de llevárselo puesto. Gesto feo del piloto de Williams. La pista se iba secando y el baile de boxes se apresuraba. Magnussen el primero en atreverse a montar los «slicks». Los tiempos no mejoraban a los de los intermedios y tras dos vueltas, los hombres de la cabeza entraban. Ricciardo, Bottas, Hamilton ponían los ultrablandos. La lucha por la victoria llegaba a su punto mas caliente. Dos segundos era la distancia del coche de Mercedes al Red Bull. Llegó el momento de «Hammer-Time» y poco a poco la distancia aumentaba. Bottas en tierra de nadie.
La lucha por la cuarta plaza era para tres hombres. Carlos Sainz, Hulkenberg y Pérez. Los tres en menos de dos segundos. El madrileño arriesgaba y montaba superblandos, al contrario que sus dos rivales que pusieron ultrablandos. Recortó distancias respecto a Bottas pero fue superado por Hulkenberg. Cambio de tornas. El piloto de Renault rodaba en tiempos de cabeza de carrera. El español sufría e intentaba defenderse de los ataques del mexicano. Al final defendiendo, ocurrieron cosas. Hulkenberg entró a boxes por problemas hidráulicos. La suerte venía de cara para nuestro piloto. En la vuelta 38, salía un tercer Safety- Car por el accidente de Ericsson. Los coches agrupados de nuevo y las opciones de victoria volvían para Ricciardo.
En la vuelta 40, el cronómetro se ponía en marcha. Íbamos a superar el tiempo máximo de carrera. No completarían el total de las 61 vueltas, por tanto quedaba media hora de gran premio. Lucha en la parte alta. Hamilton sacaba ventaja una vez más a Ricciardo. Sainz, un muro, al límite de las protecciones, cerraba todas las puertas a Pérez. Imposible pasar al español que quería un cuarto puesto histórico y muy trabajado. Se acabó el tiempo. Hamilton cruzaba la línea de meta primero, bajo los fuegos artificiales de Singapur. Segundo era Ricciardo, tercero Bottas. El cuarto puesto si, definitivamente era para Carlos Sainz. El resto del top 10 en orden: Pérez, Palmer, Vandoorne, Stroll, Grosjean, Ocon. Massa y Wehrelin cerraban la parrilla.
Así finaliza un gran premio memorable. Hamilton da un golpe sobre la mesa y acaricia el mundial. Carlos Sainz se sale.