Automovilismo
Mi Nürburgring Roadtrip, o como sobrevivir a un viaje por media Europa con tu clásico de 30 años: Parte 1
Aún recuerdo cuando estaba en la universidad, y ya había hecho piña con algunos amantes del automóvil, siempre nos reuníamos en los descansos, o a la hora de comer, y nos poníamos a hablar sobre el ultimo rally que había habido en el la isla o el último modelo que había sacado Ferrari, BMW o Mercedes-Benz, aspirábamos muy alto, lo sé.
En estas conversaciones casi siempre salía un tema, un circuito en concreto, Nürburgring, lo oíamos a todas hora, el infierno verde, el Valhalla automovilístico.
Todos, absolutamente todos soñábamos con algún día poder rodar en este templo del automóvil, y digo soñábamos porque, éramos estudiantes, apenas sin ingresos, los cuales casi siempre teníamos que vivir nuestra pasión gracias a la beneficencia de nuestros padres, para poder ponerle a nuestros coches 20 euros de gasolina, siempre gasolina, a nuestras “tartanitas” heredadas, y poder rodar por nuestras preciosas carreteras de montaña, mientras sonaba AC/DC, en mi caso, y te sentías la persona más feliz en esos momentos, hasta que se encendía la luz de reserva, y tenías que volver a casa.
Pues este es mi caso, como bien dije anteriormente, yo también fantaseaba, y tenía un coche heredado, con el que mi hermana, 12 años mayor, aprendió a conducir.En mi caso era, y es, un maravilloso Mercedes Benz 190E de 1985 color champán que le había costado a mi padre la friolera de 800.000 pesetas en 1998 cuando se lo compró a un vecino, al principio lo vi cómo un poco una chatarra, sin aire acondicionado, con 4 cambios y que gastaba gasolina al mismo ritmo que el Concorde a Match 2.
Pero poco a poco le fui cogiendo cariño, ya que resultó ser bastante divertido, tener la potencia justa, y ser increíble, pero increíblemente fiable. El pobre, me ha dado muchas alegrías y muy pocas decepciones.
Además tenía un pasado de superación, y es que, tuve un pequeño accidente. Me salí de la carretera y choqué con un poste, y le hice bastante daño, en aquella época yo era estudiante, y solo se me pasó por la cabeza el, que iba a hacer ahora.
Aun así, conseguí ahorrar unos 170 euros, pedí algunos favores, y salvo la chapa, repararla, lo demás se lo hice yo en casa.
Y, esto no es mentira, en una tarde, unas 4 horas, monté
-El Radiador y el ventilador
-Los Faros delanteros y los indicadores
-Los neumáticos
-El cubre-cárter
-Y todo el interior, apretar 4 tornillos del asiento del copiloto y encajar la banqueta trasera.
Hace unos 5 años tuve que mudarme a Madrid por temas laborales, y decidí traerme mi amada “tartanita”, ya que me salía relativamente barato, y yo acababa de empezar a trabajar y no disponía de dinero suficiente como para comprarme otro coche.
Sin duda creo que fue de las mejores decisiones de mi vida, lo que era un plan a medio plazo, se ha convertido ya en un plan de 4 años.
Al año de estar trabajando, ya podía plantearme lo de cambiar mi amado “Panzer”,decidí que podía darle un jubilación merecida, y como en agosto tenía 3 semanas de vacaciones, un buen día de Mayo, estaba en el ordenador, abrí Google Maps, puse ir desde Madrid hasta Nürburgring, y pensé, pues tampoco es una locura, y si al ir, hago una paradita en Le Mans, y en París, y así conozco la ciudad de las luces, y porque no para no volver por la misma ruta, bajo hacia Stuttgart y así visito los museos Mercedes Benz y Porsche, y ya de ahí, me doy un salto a Milán y visito Monza, y de ahí, porque no a Mónaco y nos inundamos del ambiente de lujo y exclusividad.
Y así me planifique una ruta de unos 5300 kilómetros cruzando media Europa en un coche con 400.000 kilómetros en su haber y 31 años de sufrimiento a sus espaldas, ¿Qué podía salir mal?. Si os animáis a hacer algo similar, aquí os contamos los aspectos a tener en cuenta para viajar al infierno verde.
Evidentemente, todos me llamaron loco, y en el trabajo, y esto es absolutamente verídico, hicieron apuestas de, en qué país me iba a quedar tirado con mi coche.
Llegó Agosto, y emprendí mi locura y sueño personal, el primer trayecto fue de unos 1127 kilómetros a través de la mitad de España y gran Parte de Francia. En Agosto, en un coche sin aire acondicionado, y con los lujos de la gama media de 1985.
Fue duro, cuando puse el destino en el GPS y me marcó una duración de 10:45 horas, pero bueno, lo de salir a las 3 de la madrugada, hacía que tuviese casi 5 horas sin calor asfixiante.
Aquí tuvimos la gran suerte, de aun habiendo llegado un domingo, el museo y el Circuito de La Sarthe, estaba abierto, así que pudimos visitarlo, y la verdad que no defraudó.
La siguiente parada fue París, esta parada fue por puro turismo, estuvimos 2 días, los justos para ver los más importante de la ciudad. Y de París, salimos al sitio que da nombre a este artículo, Nürburgring.
Según crucé la frontera con Bruselas, algo extraño me pasó, al ir por varios países, siempre chequeaba en el GPS cual era el límite de velocidad, de la carretera por la que circulaba. Pero cuando iba a comprobar cuál era el límite de aquella Autobahn, paso esto:
El límite había desaparecido, si amigos, sí, estaba en una de las famosísimas, para todos los Petrolheads, Autobahn alemana, y lo comprobé a adelantarme un BMW serie 5 a unos 190 Km/h, entonces me decidí, cerré mi ventanilla, y empecé a acelerar, comprobando que no iba a estorbar a ningún otro conductor, pisé a fondo, 195 Km/h, y era legal.
No me lo podía creer, en todos los países se criminaliza la velocidad, aquí no, aquí la gente, respeta, va por el carril que toca, hay una cultura automovilística, aquí, y es por eso por lo que se pueden permitir, tener estas autopistas, aunque me duela, en España, entre el síndrome del carril izquierdo, y los que van a tu rebufo, pensando que en algún momento van a abrir el DRS, no nos lo podríamos permitir.
Por fin, ya había llegado, me empezaron a sudar las manos, en cuanto vi esas enormes letras rojas, NÜRBURGRING, mi sueño, ese sitio con el que fantaseábamos yo y todos mis compañeros de pasión
Y así una vez visto las tarifas, 100 euros menos después, tenía en mi mano esto, mi Tickets for paradise, personales. Lo primero que hice fue ir a recepción he informarme sobre los Touristenfahrten, aunque ya sabía todo, pero me faltaba comprar mis vueltas de felicidad.
Pero como había llegado demasiado temprano, abrían el circuito a las 17:00, me fui a visitar el museo para hacer tiempo, 100% recomendable.
Pero como cuando termine seguía siendo, aún muy temprano, fui a los Karts, que tristemente eran eléctricos, eso sí, eran auténticos cohetes, silenciosos, tanto que el sonido del motor y frenado, lo hacía un altavoz, y no es broma.
Ya con media hora de antelación, fuimos a donde estaba la entrada, un tanto escondida, he de reconocer que no di con ella hasta el 3 intento.
De camino vimos la famosa gasolinera, y algunos coches que iban a entrar a rodarPues casi una hora y media después, ya lo había hecho, ya había hecho lo que fantaseaba cuando estaba en la universidad, había rodado en el circuito que la mayoría de los amantes de los coches escogen en juegos de simulación.
Y había sobrevivido, no me lo podía creer, aún estaba en una nube. No sabría cómo describiros la sensación, solo os puedo decir lo que le decía a todos los que me preguntaban, tienes que ir.
El ambiente a las afueras del circuito, era increíble, veías auténticos cochazos creados para las tandas en Nürburgring, Focus RS, Golfs GTI, Seat Leon Cupra, y Porsches, muchísimos Porsches, aquí deben regalarlos con las hipotecas, incluso vi llegar coches, en remolques sin matriculas, solo para descargarlos y rodar en el circuito, cosa que no entendí, porque por lo que se, Nürburgring está considerado una autopista de peaje sin límite de velocidad, supongo que para el tema seguros, no se puede adelantar por la derecha por ejemplo, lo cual, se respeta mucho.
Y aquí algunas fotos de las que te sacan los fotógrafos, previo pago.
Al salir de allí, solo podía querer más y más a mi chatarrita, no se había quejado en absolutamente ningún momento, después de 100 kilómetros de castigo, sonaba como si hubiese estado aparcado al ralentí, esperando para emprender un viaje.
La sensación de rodar en el templo de mundo del motor, para miles de personas era, indescriptible, según cruce la barra que daba acceso al circuito, empezó a acelerarse mí el pulso, apenas decía una palabra, solo me centraba en recordar cómo era ese circuito en el Gran Turismo, y me repetía unas palabras en mi cabeza, ¡Borja, no la líes que aun tienes que volver a Madrid con este coche!
Pero en la tercera o cuarta curva, se me olvidó, empecé a buscar los límites, de mi coche en esa pista, tampoco llevaba un GT, así que fui rápido sin mucho riesgo.
Sinceramente, creo que hay que tenerle mucho respeto a este circuito, tiene subidas, bajadas, cambios de rasante, y muchos puntos negros, que muchos conoceréis si habréis visto los vídeos tales como «Crash Nürburgring» y no se ven más que coches chocando contra las barreras.
Desde mi punto de vista, creo que no existe la necesidad de arriesgar tanto como para llegar al punto de jugarte la vida, y es que tener un accidente en el «Ring», no es ni agradable ni barato, en la recepción donde compras las vueltas, y firmas un papelito que seguro nadie se lee, pone bien clarito, que si destrozas una valla, la pagas, si necesitas una grúa, la pagas, y lo más jodido, si tienen que cerrar el circuito por tu culpa, la factura se va a 1300 Euros, cada hora, haced números.
Yo entre a rodar, con demasiado entusiasmo, y me lleve dos sustos, uno de ellos podía haber sido muy grave y el otro, justo empezando la última vuelta, noté que mis frenos, ya no estaban ahí, fue justo al salir a una vuelta, justo después de otra, no había ventilado bien los frenos y cuando necesite de ellos, estaban fatigados, suerte que después venia una amplia recta, y se volvieron a recuperar.
El caso, es que arriesgar puede significar arruinar una experiencia que puede ser increíble, o para olvidar. Vi como un Corvette preparadísimo se le descolgaba el culo en una curva y se veía en apuros, y como un Audi TT descapotable se iba a la tierra delante mía, lo podéis ver en el vídeo del Youtube.
Aquí os dejo el vídeo del onboard de las 2 últimas vueltas.
Al día siguiente, nos fuimos a ver los toros desde la barrera, es decir, donde los aficionados se ponen a ver a los coches rodar, coches, o casi cualquier cosa que tenga ruedas, que puedes cruzarte con furgones, que no es un hecho aislado.
Como comenté arriba, había personas que arriesgaban demasiado, que intentaban marcar el mejor tiempo del circuito con su coche, uno de los casos que vi, fue un R32 «picado» con un M3 E92, cuando de repente, dejaron de pasar coches, y pasó la ambulancia, y la grúa, algo había pasado.
Como vi que no se retomaba decidí volver al complejo, y allí comprobé que había pasado.
Pero lo fantástico de este viaje, aún no había acabado, tuvimos tanta suerte de que era el AVD Oldtimer, joyas, auténticas joyas de todas las épocas, y podías tocarlas asomarte a su interior, nadie te decía nada, vuelvo y repito en este país la cultura y respeto automovilístico es inmenso, aquí solo os pondré fotos, nada de palabras.
Bueno pues hasta aquí, la primera parte de este Nürburgring Roadtrip, dentro de 7 días podréis ver la 2ª parte de este articulo en el que detallo la vuelta a Madrid por una ruta totalmente diferente a la que hice para subir.
Automovilismo
Dónde ver superdeportivos en Londres. La guía definitiva.
Hoy, desde MomentoGP, os traemos la guía definitiva para que no os perdáis ningún «supercar» en la capital británica.
Nunca sabes qué se esconde en cada rincón de una ciudad de la talla de Londres. Se pueden hacer diversos tipos de turismo, a nivel artístico (visitando el British Museum, el Tate Modern, o la National Gallery), yendo de compras por Camden Town, visitando lugares emblemáticos como el Big Ben, el London Eye o la Abadía de Westminster, o perdiéndote por Notting Hill u Oxford Street.
No obstante, Londres también ha sido siempre conocida como el «supercar heaven». Todo amante del motor disfrutará callejeando por los barrios ricos de esta ciudad, viendo coches que todo aficionado del mundo del motor sueña con tener en su garaje algún día. Es por ello que hoy, tras varios meses de estancia en el Reino Unido y mucha experiencia adquirida, te traemos la guía definitiva para que no te pierdas ningún hypercar.
Salvo excepciones muy marcadas, la gran mayoría de la acción se centra en dos barrios contiguos: Mayfair y Knightsbridge. En estos dos barrios, que destacan por la belleza de sus mansiones y el alto poder adquisitivo de sus habitantes, se dejan ver decenas de supercoches al día y, con suerte, algún que otro hypercar. Dentro de estos barrios, hay ciertos puntos que merece la pena destacar.
THE DORCHESTER
La primera parada obligatoria en Londres. The Dorchester es sinónimo de lujo en su máxima expresión, y es por ello que tanto locales como turistas con un poder adquisitivo realmente elevado optan por alojarse en este hotel. Cuenta con un párking al aire libre frente al hotel, donde, fácilmente, verás coches de muy alta gama. Este año, dicho párking ha sido testigo de coches de la talla de un Pagani Huayra Roadster, Bugatti Divo, Bugatti Veyron WRE, o Ferrari LaFerrari, entre otros.
MOUNT STREET Y THE CONNAUGHT
El Dorchester está a pocos minutos andando de la calle más transitada de Mayfair. Mount Street destaca por sus bares y restaurantes, en los que se facturan miles de libras al día, y donde, a ciertas horas, se pueden ver unos cuántos coches de alta gama. Además, continuando la calle, se encuentra otro de los hoteles más lujosos de Londres, The Connaught, enfrente del cual, de vez en cuando, aparcan coches para todos los gustos, desde clásicos hasta hypercars, pasando por modelos realmente curiosos como el restomod de Automobili Amos del Lancia Delta.
BERKELEY SQUARE
Continuando tras el Connaught, se encuentran Berkeley Square y sus calles adyacentes. Colindante con Soho, una de las zonas más turísticas y alternativas de Londres, esta plaza es conocida como la «plaza de los concesionarios». En ella se encuentran HR Owen Ferrari, Jack Barclay Bentley, y HR Owen Bugatti, además de unos cuántos restaurantes.
THE BERKELEY Y THE LANESBOROUGH
Nos despedimos de Mayfair y partimos rumbo a Knightsbridge. Los hoteles en el centro de Londres siempre son sinónimos de supercoches. La pandemia no ha impedido a decenas e incluso centenares de coches deportivos desplazarse hasta Londres para pasar unas cuántas noches en algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad. Últimamente, The Berkeley ha sido el hotel en el que más coches se han podido avistar, habiendo sido testigo de incluso varios hipercoches aparcados en fila. En enero, mismamente, se pudieron avistar un Koenigsegg Regera, un McLaren Senna, y un Bugatti Chiron al mismo tiempo.
HARRODS Y SLOANE STREET
Harrods siempre ha sido un punto de referencia a la hora de avistar coches caros en Londres. Todo dueño de supercoche que se precie visita con frecuencia los grandes almacenes más famosos de la ciudad. No obstante, también es digna de destacar la calle adyacente, Sloane Street, en la que se encuentran varias tiendas como Gucci, Fendi, Valentino o Cartier, y en la que siempre encontrarás coches de altas prestaciones cruzando la calle de punta a punta. Como curiosidad, Sloane Street era el sitio principal para avistar coches en Londres, hasta que la policía local introdujo radares de sonido. No obstante, de vez en cuando es común escuchar algún acelerón unos cuántos decibelios por encima del límite establecido.
CADOGAN LANE
Un concesionario tiene una infinidad de maneras para mostrar coches que se encuentren a la venta. Algunos optan por mostrarlos en un showroom, otros optan por guardarlos en un hangar en el que le toman fotos para subir el anuncio a las redes, pero… ¿qué concesionario aparca un coche a pie de calle durante varios días a modo de anuncio? La respuesta está en el portal 81 de esta calle. Cottingham Blue Chip tiende a tener un coche de valor astronómico aparcado delante de ese portal. A lo largo de 2022, coches de la talla de un Ferrari F12 TDF o un Porsche Carrera GT han dormido delante de dicho portal, durante días, o incluso semanas. Además, es un secreto a voces que uno de los mayores coleccionistas de la capital británica cuenta con un coche muy especial aparcado en un garaje de dicha calle… así que cabe la ligera posibilidad de que te lleves una sorpresa muy agradable.
Lexus LFA, aparcado en Chester Square – @bustoracing
EATON Y CHESTER SQUARE
Para terminar la ruta, Eaton Square y Chester Square son dignas de mención. Son plazas residenciales, sin mucho tránsito, en las que se encuentran auténticas joyas sobre ruedas. Eaton Square es más larga, y puede resultar tedioso recorrerla de lado a lado. No obstante, Chester Square es relativamente pequeña. Además, en esa plaza se encuentra la casa de un coleccionista que, con cierta frecuencia, aparca a pie de calle alguna de sus joyas sobre ruedas. McLaren Senna, Ferrari 275, Porsche Carrera GT o Lexus LFA son solo algunos de los coches que se han dejado ver en esa plaza a lo largo de este último año.
Y por último… ALWAYS CHECK THE MEWS!
Knightsbridge cuenta con un sinfín de aparcamientos al aire libre entre casas, conocidos como mews, en los cuales se pueden encontrar coches de todo tipo. Cuando pases por delante de un arco con un cartel en el que ponga «private mews», asómate. Puede que te encuentres con alguna sorpresa.
En cuanto a los concesionarios, es digna de destacar la flexibilidad y la permisividad de los trabajadores. En concesionarios en los que, en España, sería impensable entrar sin ser un cliente potencial, dejan pasar a cualquier persona. Lamborghini London y HR Owen Ferrari son los dos principales concesionarios a destacar, pero si tienes tiempo para desplazarte media hora en metro, la guinda del pastel se encuentra al suroeste de Londres, en Wimbledon, y se llama Joe Macari.
Joe Macari representa la cultura automovilística en su máxima expresión. Al entrar al taller, llama la atención el motor de un Ferrari F40 que sostiene una de las mesas de cristal, y el trato tan amable por parte de aquellos trabajadores que, de lunes a domingo, realizan mantenimientos a obras de arte sobre ruedas. Y, en este caso, nos referimos a coches cuyos valores pueden alcanzar cifras estratosféricas. Un viejo conocido del motorsport, Adrian Newey, lleva su flamante McLaren F1 GTR a realizar el mantenimiento básico a Joe Macari. El precio de este coche puede superar los 15 millones de libras. El concesionario está abierto al público, y cualquiera puede entrar.
Y hasta aquí la guía para ver coches en Londres. Si bien es cierto que Londres es una ciudad que cuenta con un sinfín de rincones por visitar, recomiendo encarecidamente a todo petrolhead dedicar, al menos, un día, a callejear por los barrios de Mayfair y Knightsbridge, para poder ver obras de arte sobre ruedas que, desgraciadamente, difícilmente se ven por nuestras tierras. ¡Buen viaje!
Automovilismo
Toyota lanza el nuevo GR Supra Jarama Racetrack Edition de edición limitada en Europa
El modelo estará disponible en determinados mercados europeos a lo largo de la primavera de 2021, en fechas que variarán en función de cada mercado nacional.
El nuevo Toyota Supra Jarama Racetrack Edition es una verdadera pieza de colección, sobre todo considerando que la marca japonesa fabricará una limitada producción de sólo 90 unidades para toda Europa. Toma de alguna forma el relevo de anteriores ediciones especiales del GR Supra como la denominada A90 Edition.
La nueva variante de la gama GR Supra estará disponible en determinados mercados europeos a lo largo de la primavera de 2021, en fechas que variarán en función de cada mercado nacional.
El Toyota GR Supra Jarama Racetrack Edition, que toma su nombre del famoso circuito madrileño donde el GR Supra fue probado por primera vez por la prensa internacional especializada, estará propulsado por el motor más potente de la gama, el cual consta de 3.0 litros y 340 CV de potencia máxima para unidad de seis cilindros en línea y sobrealimentación con turbocompresor.
Visualmente, el nuevo GR Supra Jarama Racetrack Edition se distingue por su exclusiva pintura Azul Horizon, que contrasta con el acabado negro mate de las llantas de aleación de 19 pulgadas y las pinzas rojas de los frenos. Dentro del habitáculo, la condición especial de esta edición limitada y exclusiva se concreta en las inserciones del salpicadero de fibra de carbono, con el número de producción de cada ejemplar y una silueta del trazado del Circuito del Jarama, además del anagrama Toyota GR Supra. La tapicería, en Alcantara de color negro, incluye costuras azules a juego con la carrocería.
El rendimiento deportivo y el tacto de conducción resultan tan gratificantes y sobresalientes como en el resto de la gama GR Supra gracias al perfecto equilibrio del chasis y la ‘divina proporción’ entre el ancho de vía y la corta distancia entre ejes. El bajo centro de gravedad, la carrocería de bajo peso y alta rigidez y la gran eficiencia aerodinámica redundan en una agilidad y una estabilidad únicas en su segmento.
Estas cualidades se ven reforzadas por características que optimizan el rendimiento, como una suspensión adaptativa, el diferencial activo, la dirección con ajuste deportivo y unos potentes frenos deportivos firmados por Brembo, con pinzas de aluminio de cuatro pistones y discos ventilados de 348 mm en el eje delantero.
El motor con turbocompresor se combina con una transmisión automática deportiva de ocho velocidades. Si se utiliza el sistema de control salida desde parado, el GR Supra puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4.3 segundos. La experiencia al volante resulta aún más intensa con el par máximo de 500 Nm, que se puede alcanzar entre 1.600 y 4.500 rpm.
En lo que a equipamiento se refiere, el GR Supra Jarama Racetrack Edition incorpora navegador con cartografía 3D, conexión móvil a través de Apple CarPlay y Android Auto, servicios conectados multimedia Toyota GR Supra Connect y un equipo de sonido con diez altavoces. Las funciones multimedia se controlan por medio de una pantalla táctil TFT de 8,8 pulgadas o, en algunos casos, mediante reconocimiento de voz.
GR Supra Safety Sense+, paquete de seguridad y ayuda a la conducción, incluye Sistema de Seguridad Precolisión con detección de peatones y ciclistas (de día), Alerta de Cambio Involuntario de Carril con asistencia a la dirección, Control de Crucero Adaptativo, Control Inteligente de Luces de Carretera , Reconocimiento de Señales de Tráfico, Control de Ángulo Muerto con Alerta de Cambio Involuntario de Carril, Alerta de Tráfico Cruzado Posterior y sensores inteligentes de aparcamiento con frenado automático.
Automovilismo
Pagani presenta su máquina más extrema: el Huayra R
El nuevo modelo es el más potente de la historia de la firma italiana
Pagani tiene una nueva creación: el Huayra R. Un superdeportivo destinado al circuito que ofrece unas prestaciones absolutamente extremas. Gracias a su motor atmosférico V12 elaborado por la propia firma italiana, la máquina posee 850 caballos de potencia. Se desconoce la fecha en la que las primeras unidades serán entregadas, pero su producción estará limitada a 30 ejemplares, de forma que solo unos pocos afortunados podrán hacerse con esta joya. Otro aspecto inabarcable para la mayoría de los mortales es el precio, dado que el Huayra R costará la friolera de 2,6 millones de euros.
Este modelo es el sucesor del Pagani Zonda R, la versión de circuito del Zonda. Los 50 caballos extra del Huayra R lo convierten en el coche más potente de la historia de la marca. A su increíble potencia se le une una carrocería altamente ligera debido a sus 1050 kilos, características propias de un coche de competición con muy pocos rivales en el mercado.
Quizás la competencia más cercana podría ser el GMA T.50s Niki Lauda, bólido creado por Gordon Murray en señal de homenaje al mítico piloto austriaco, fallecido hace un par de años. Respecto a la comparación directa, el Pagani contará con una potencia mayor, 115 caballos más, aunque sus 192 kilos extra también lo harán más pesado. Otro aspecto donde el GMA gana la partida es en la generación de carga aerodinámica, con 1.500 kilos de apoyo cuando el Pagani se queda en 1.000.
Las dimensiones del Pagani aún no han sido confirmadas, pero dispone de múltiples estructuras de impacto para proteger a los ocupantes en caso de accidente. También destaca su enorme difusor, decorado con los colores de la bandera italiana. Los frenos que equipa son Brembo, discos ventilados carbocerámicos muy adecuados para asegurar un óptimo rendimiento sobre la pista, su hábitat natural.
A pesar de que las cifras de rendimiento no se han oficializado, todo indica que alcanza una velocidad punta cercana a los 340 kilómetros/hora. El motor gira a un máximo de 9.200 revoluciones por minuto, y el bloque solamente pesa 198 kilos. Una unidad de potencia desarrollada a través de una perspectiva muy ambiciosa. De hecho, según sus propias palabras, Pagani ha buscado «el motor V12 de circuito más ligero, potente y eficiente«. El tiempo dirá si lo ha conseguido.
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