NASCAR
Nuevo test neurológico para los pilotos de la NASCAR
La ciencia y el motorsport siempre van de la mano. Y a veces también, avances en medicina se aplican en los deportes de competición. En este caso la NASCAR ha implementado una prueba neurocognitiva (un estudio neurológico es un método diagnóstico que se emplea para medir el funcionamiento cerebral de una persona y obtener información que no proveen otros instrumentos de exploración, como el electroencefalograma, la tomografía computada o la resonancia magnética) para evaluar y prevenir una conmoción cerebral.
Esta prueba es no invasiva, y consiste en la realización del test King-Devick, que mide la lectura en voz alta de números de un dígito de tres tarjetas, midiendo el deterioro de movimientos oculares, la atención, el lenguaje y otros síntomas de afectación en la función cerebral inferior (las innatas, las que son por predisposición genética). Así la NASCAR se une a otras competiciones que realizan este test (como la NHL, MLL o la England Criket). En un comunicado de la organización, valoran positivamente la implementación del test neurológico: «Trabajamos con expertos en todo el país para mantener un enfoque proactivo para la prevención y la evaluación de las conmociones cerebrales. La recomendación de esos expertos, hemos implementado la prueba King-Devick como parte de un examen neurológico básico para los pilotos en los centros médicos en las pistas que visitamos”
(Como se puede observar, se presentan tres divisiones del test, con diferentes configuraciones de lectura, para así medir los parámetros deseados a través de los movimientos oculares y el lenguaje)
Por otro lado, es interesante conocer cómo se realizan los test posteriores a un accidente en la NASCAR. Aunque en cada pista hay equipos médicos diferentes, siempre suele haber tres pilares básicos: un médico, un neurocirujano y un psicólogo. Primero se realiza un examen físico de pies a cabeza, una vez que se ha comprobado que está en perfectas condiciones se procede a evaluar el equilibrio, la coordinación, la visión y la orientación. Por último, si alguna de estas pruebas se considera no superada, se trasladará al piloto a un centro médico para la realización de una tomografía computarizada (TAC).